El Congreso ha aprobado esta tarde tramitación de la reforma del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana, que tiene como principal objetivo introducir una disposición adicional que pretende blindar las inversiones en la región, al vincularlas directamente al peso de la población. La Comunidad Valenciana, consigue así, tras cuatro años de intentos, avanzar en una reforma bloqueada por el Partido Popular, a pesar de haber sido planteada por el expresidente Francisco Camps.
El fin del veto del PP, que hizo bloque junto al resto de partidos con presencia en Las Cortes Valencianas, propició un respaldo casi unánime a la reforma, avalada por todos los grupos en el Congreso, con la única excepción de UPyD.
El debate apenas generó interés entre los diputados, celebrándose en un hemiciclo con apenas 60 asistentes y la ausencia total de representantes del Gobierno central, lo que suscitó el malestar de la comisión valenciana, liderada por el presidente del Consell, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Mònica Oltra.
Puig destacó que, "al final, se ha producido una aprobación que para nosotros no tiene un carácter simbólico, sino de exigencia y reivindicacion", y pidió pasar "de las palabras a los hechos" a partir de mañana, cuando sea sometida también a la aprobación del Senado.
En este sentido, y aunque se asume que la modificación estatutaria no podrá ser aprobada en esta legislatura, Puig exigió una revisión y mejora de las inversiones para la Comunidad Valenciana previstas para 2016. Sin embargo, la experiencia de Andalucía y Cataluña, cuyos estatutos de autonomía correspondientes recogen la misma cláusula respecto a las inversiones, no es muy alentadora: en ninguna de ellas se ha alcanzado en los últimos años el nivel de inversiones equivalente al peso de su población.
Puig subrayó que seguirá adelante con sus otras dos luchas prioritarias: la reforma del sistema de financiación autonómica y la revisión de la deuda histórica.
Defensa de la reforma
El portavoz de Compromís en Las Cortes valencianas, Fran Ferri, el síndic socialista, Manolo Mata, y el representante popular, Jorge Bellver, han defendido esta reforma en la sesión vespertina del pleno de las Cortes Generales, que han seguido los presidentes de la Generalitat, Ximo Puig, y de las Cortes, Enric Morera, así como representantes de las cinco formaciones políticas con representación en la Cámara valenciana.
El primero en intervenir ha sido Fran Ferri, quien ha lamentado que "han tenido que pasar cuatro años" y "cuatro aplazamientos" para que el debate de esta reforma haya llegado al Congreso, y ha señalado que ha pasado por "un camino tortuoso, lleno de retrasos, renuncias y cobardía". Ferri ha subrayado que "la sociedad valenciana decidió en las últimas elecciones apostar por una actitud valiente ante el maltrato que sufrimos", y ha lamentado que "cambian los gobiernos, cambian las mayorías, pero la discriminación a los valencianos permanece".
Para el representante de Compromís, los valencianos "somos pobres y pagamos como ricos" y ha lamentado que las inversiones estatales sean "inferiores a la media y a nuestro peso poblacional". En este sentido, ha indicado que en el Congreso habría que colgar un cartel en el que se pudiera leer: "Hasta aquí llegó la paciencia de los valencianos", ya que cree que "somos tratados, año tras año, como ciudadanos de segunda".
En esta misma línea, ha subrayado que "los valencianos no necesitan más palabras, sino más inversiones justas". Asimismo, ha señalado que la tramitación de la reforma del Estatuto debe ir "acompañada de hechos" y ha preguntado: "¿Cómo se puede votar a favor de esta reforma y aprobar el mismo día los presupuestos que la incumplen?".
Por su parte, el socialista Manolo Mata ha advertido de que en la Comunidad "estamos en una tormenta económica perfecta, que puede llevar a nuestra desaparición como administración autonómica, a la desaparición de las competencias en los ayuntamientos y a nuestro aniquilamiento económico como pueblo".
Al respecto, ha señalado que la deuda de la Comunidad asciende a 40.000 millones de euros, lo que supone 8.000 euros por habitante, mientras que "hace 20 años, los mismos que ha gobernado el PP, cada valenciano debía 600 euros". Del mismo modo, ha criticado que en los PGE los ciudadanos de la comunidad reciben menos que la media, lo que supone "una situación complicadísima para salir de la crisis".
El representante socialista también ha hecho hincapié en que "la palabra dada verbalmente vincula a los valencianos", por lo que ha advertido de que tras su toma en consideración se deberá aprobar "algún día". "Sólo queremos no ser desiguales entre iguales", ha resaltado, y se ha comprometido a que "si llegan más inversiones o más financiación" no se utilizará "para que haya coches más rápidos o barcos pintureros".
El popular Jorge Bellver, por su parte, ha resaltado que la reforma del Estatuto es "un texto reivindicativo y leal con España", que "nos reafirma en nuestra identidad como pueblo y como nacionalidad histórica y recoge el orgullo de los valencianos respecto a nuestro modelo de Estado".
"Esta reforma no pretende imposibles, busca que las inversiones del Estado en la Comunidad sean equivalentes al peso de la población", ha destacado Bellver, quien ha denunciado las "discriminaciones presupuestarias que sufrimos con los gobiernos socialistas".
En cualquier caso, ha asegurado que "esta discriminación no va a llevarnos, en absoluto, a mirar hacia atrás con ira o rencor". "Lo que traemos hoy aquí es una iniciativa concebida por el PP valenciano, pensando en el interés general, que ha logrado el consenso casi unánime de las Cortes Valencianas", ha resaltado.
Asimismo, ha hecho hincapié en que "la causa real de la situación financiera de la Comunidad ha sido el sistema financiero ruinoso aprobado en esta Cámara por la mayoría de izquierdas en 2009". Al respecto, ha aseverado que "su naturaleza no proviene de gastar mas, sino a pesar de gastar menos".