Alberto Fabra ha indicado hoy que está "a disposición del partido" al ser preguntado por si abandonará su cargo como máximo dirigente del PP en la Comunidad Valenciana en los próximos días. La renuncia, el pasado viernes, del ya expresidente del PP balear, José Ramón Bauzá, parece ser la manifestación de un cambio de tendencia de la estrategia inicial del PP tras la derrota electoral del 24 de mayo. Si entonces los líderes populares que perdieron el gobierno en sus respectivas autonomías anunciaron que se mantendrían al frente de las fuerzas regionales hasta después de las elecciones generales, para no perjudicar al PP, la evolución en los dos meses transcurridos habría llevado a realizar otro planteamiento muy diferente.
Ahora pesa más la creencia de que los conflictos internos, la sensación de derrota y la falta de apoyo de los electores pueden influir negativamente en los resultados de las elecciones generales. Por ello, la dirección general del PP habría planteado la necesidad de actuar ante este 'bloqueo' y renovar los equipos autonómicos con peores resultados, desplazando a los líderes 'derrotados', en la mayoría de los casos por figuras interinas hasta que se celebren los respectivos congresos autonómicos del partido.
Esta decisión parece tomada en la Comunidad Valenciana. Mañana se aprobará el nombramiento de Alberto Fabra como senador territorial del PP por la Comunidad Valenciana y el expresidente ya ha anunciado su intención de renunciar a su escaño como diputado en el Parlamento valenciano para centrarse en este cargo, lo que facilitaría su salida de la dirección territorial.
La cuestión clave es quién será su sucesor. Los roces internos en el partido han provocado que desde Madrid se intente buscar un candidato de consenso, que tenga capacidad de liderazgo y genere confianza en el electorado, y que desplazaría a los tres candidatos 'naturales' de Fabra en la región: el presidente del PP alicantino, José Císcar, la exportavoz del Consell, María José Catalá, y la coordinadora del PP en la comunidad, Isabel Bonig (estas dos últimas, exconselleras en el Gobierno de Fabra).
Frente a ellos, han empezado a sonar nombres como de los Esteban González Pons, actualmente centrado en su cargo de vicepresidente del grupo popular en el Parlamento Europeo.
El vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, sería el encargado de coordinar este proceso de transición con el propio Alberto Fabra.