CCOO ha informado de que este martes ha dado comenzado el periodo de consultas del ERE de extinción de los 222 empleados que integran la plantilla de Bosal España, fabricante de componentes para el automóvil de capital belga, tras 30 años de actividad en España. La compañía presentó concurso de acreedores el pasado mes de diciembre, con la intención de proceder a la liquidación de la compañía, y en enero comunicó a sus 222 empleados que cesaba la actividad.
La organización sindical entiende que "no hay causa que justifique el despido colectivo planteado" en la planta de Sagunto (Valencia), cerrada desde el pasado mes de enero. "Como hemos defendido desde el principio, y así queda recogido en el informe de la administración concursal, los argumentos presentados por Bosal España no corresponden a la realidad, ya que el Grupo Bosal, al que pertenece la planta saguntina, es y actúa como una única entidad global, al margen que desde la perspectiva mercantil". Por tanto, "cada sociedad ostenta una personalidad jurídica independiente", ha argumentado el sindicato en un comunicado.
Asimismo, ha señalado que Bosal España no es una empresa aislada y "ha quedado más que claro" que la decisión del cierre de esta empresa "no es independiente de la voluntad del Grupo Bosal, y que las causas no son tanto circunstancias externas sino como el resultado de una estrategia de grupo".
CCOO ha indicado al respecto que este grupo empresarial "tiene una responsabilidad y una capacidad de decisión determinante en la situación de Bosal España. "Por ello, la administración concursal considera que es necesaria una visión global del grupo empresarial", ha agregado.
Por estos motivos, desde la representación de los trabajadores han solicitado que en esta negociación esté presente el Grupo Bosal y que "acuda a negociar alguno de sus administradores o alguien con capacidad de decisión dentro del grupo". También se ha solicitado que se faciliten las cuentas de los últimos tres años de todas y cada una de las plantas que conforman el Grupo Bosal.
Según ha explicado la organización sindical, a principios de año la planta de Sagunto entró en concurso de acreedores y la administración concursal aplicó un ERE de suspensión. Una vez recabados todos los informes, los ha trasladado a la Justicia para iniciar los trámites del ERE de extinción.