Jorge Rodríguez ha sido elegido esta mañana nuevo presidente de la Diputación de Valencia, con los votos a favor del PSPV, Compromís, Esquerra Uniday Valencia en Comú (marca de Podemos). Con el pacto entre estas fuerzas, el PSPV retoma el control de la Diputación, tras dos décadas consecutivas bajo la dirección del Partido Popular. Rodríguez, alcalde de Ontinyent, subrayó su intención de basar su gobierno en "la coordinación" con la Generalitat Valenciana y los ayuntamientos de la provincia, buscando "una gestión más eficiente", "evitar duplicidades", reforzar "la transparencia" y lograr "impactos sociales más positivos".
Con esta postura, Rodríguez intenta reafirmar el papel institucional de la Diputación, dando un paso atrás en el discurso del PSPV durante la campaña electoral, en la que se planteó suprimir esta figura. La imposibilidad de abordar esta eliminación sin cambiar la Constitución ha llevado al gobierno de PSPV y Compromís a intentar darle un nuevo enfoque.
La mayor coordinación y la unión de recursos pueden contribuir a reforzar la situación económica general de la comunidad autónoma, con un mayor control de la gestión.
"El destino de las inversiones quedará en manos de los concejales. Se han acabado los tiempos de planificar desde arriba. Los municipios dirán sus prioridades y en qué podemos ayudarlos", apuntó Rodríguez. El nuevo presidente provincial afirmó que esta política se aplicará en todos los ayuntamientos, independientemente del partido que esté al frente del equipo de gobierno municipal.
En esta línea, prometió la "creación de un nuevo marco jurídico para el desarrollo de los municipios" y de un "fondo de cooperación municipal", que permitirá a los ayuntamientos destinar los recursos públicos que respondan a sus necesidades y prioridades, con criterios objetivos.
Tras el acto de investidura, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, destacó que hay que pasar "a una Diputación muy centrada en los ayuntamientos" que contará con el apoyo del Gobierno valenciano.
"Dejar atrás" la corrupción
Jorge Rodríguez recibió el testigo del hasta ahora presidente en funciones de la Diputación de Valencia, el popular Juan José Medina, en el que el presidente titular, Alfonso Rus, delegó en mayo, tras ser suspendido de militancia en el partido por su presunta implicación en la trama de comisiones ilegales a través de la sociedad pública Imelsa. Rus evitó presentarse en el acto de toma de posesión de su sucesor.
No obstante, Rodríguez hizo una mención velada a su situación, al indicar que "la transparencia será nuestra salvaguarda contra la corrupción. Pasemos página, dejaremos actuar a la justicia, pero no olvidamos, para no volver a cometer los mismos errores".
Los dos diputados de Ciudadanos en la Diputación se abstuvieron en la votación para elegir presidente a Jorge Rodríguez, mientras que los doce del PP votaron a favor de la investidura de su candidata, María del Carmen Centelles.
El acto contó con la presencia, entre otras autoridades, del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el presidente de Les Corts, Enric Morera, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó.