El nuevo delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, coincidieron esta mañana en volver a reclamar la reforma del modelo de financiación autonómica actual, que consideran "injusto" y "discriminatorio" para la Comunidad Valenciana. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha admitido que este cambio es necesario y ha indicado que se están poniendo las bases del nuevo modelo, si bien, por cuestión de tiempo, "será imposible abordarlo en la actual legislatura".
García-Margallo, que asistió a la toma de posesión de Moragues (exconseller de Hacienda con el Gobierno de Alberto Fabra) como delegado del Gobierno, apuntó que el actual modelo ha demostrado ser "pésimo" por su excesiva dependencia "de las transmisiones inmobiliarias". "Cuando esas transmisiones se han hundido, el sistema de financiación se ha hundido", indicó, porque, mientras los ingresos son variables, los gastos que supone mantener el Estado del Bienestar "son rígidos".
El ministro aseguró que se está trabajando en un modelo más "equitativo", basado en la "corresponsabilidad", es decir, que cada Administración tenga a su disposición "una cesta de impuestos y de precios políticos propios, que no dependan de nadie, que ella pueda administrar a su voluntad y de acuerdo con lo que los contribuyentes quieran". Asimismo, contemplaría un "fondo de nivelación, para ayudar a aquellas comunidades autónomas que están en dificultades".
García-Margalló subrayó que, a pesar de que es evidente que el modelo de financiación autonómica actual no es justo, la reforma no se ha podido abordar antes porque los esfuerzos estaban centrados en evitar que España cayese en una situación similar a la que sufre Grecia. Una vez que los datos económicos vuelven a ser positivos, se retomará este cambio.
Inversiones directas
"No podemos seguir así, porque afectaría a la propia capacidad de autogobierno de los valencianos", afirmó el presidente del Consell. En esta línea, considera que la región arrastra "un grave problema de deuda y de productividad de las empresas, lo que hace fundamentales las reformas".
Puig reivindicó también ante el ministro, una vez más, el incremento de las inversiones del Estado en la Comunidad Valenciana. El presidente cree que la región debería recibir, "al menos, el 10,7%" de las mismas, frente al 1,45% actual, "o, incluso, más, puesto que tenemos un PIB per cápita doce puntos por debajo de la media nacional", por lo que "necesitamos más impulso público para superar los desequilibrios".
"Confiamos en que los Presupuestos Generales del Estado para 2016 incluyan el Corredor Mediterráneo, pero también muchas otras inversiones prioritarias para que la economía valenciana pueda volver a ser motor de crecimiento", añadió.