Comunidad Valenciana

Puig promete como presidente de la Generalitat sin conocer quiénes serán los consellers de Compromís

Ximo Puig ha tomado posesión de su cargo como presidente de la Generalitat Valenciana prometiendo, en valenciano, "acatar" la Constitución y el Estatut de Autonomía "sin engaño", "guardar fidelidad" a la Generalitat y "lealtad siempre" a los valencianos y valencianas. Puig abría así una nueva etapa en la Comunidad Valenciana, tras dos décadas bajo gestión del PP en mayoría absoluta, que dan paso a un gobierno en coalición integrado por el PSPV-PSOE y Compromís, con el apoyo de Podemos. Una coalición cuya convivencia, desde el mismo día de las elecciones, no ha sido sencilla: Puig asumió su cargo sin conocer quiénes serán la mitad de las personas que le acompañarán en el Consell, debido a la falta de acuerdo interno en Compromís.

"Mañana a las doce de la mañana en el Palau de la Generalitat habrá Gobierno", afirmó Puig en sus primeras declaraciones a la prensa tras prometer como presidente. Y es que, a pesar de que las dos fuerzas del nuevo bipartito que regirá la comunidad los próximos cuatro años se mostraron ayer unidas y en sintonía, lo cierto es que las tensiones y los conflictos están siendo una constante.

Al tira y afloja público que durante semanas mantuvieron los líderes de los dos partidos, Ximo Puig y Mònica Oltra, por lograr la presidencia de la Generalitat, le ha sucedido, en los últimos días, la batalla interna entre las fuerzas que integran Compromís (coalición resultado de la unión de cuatro partidos: el Bloc Nacionalista Valencià, Iniciativa del Poble Valencià, Gent per Compromís y Els Verds) por la designación de las personas que ocuparán las consellerias que les han correspondido en el reparto del bipartito, así como sus candidatos a las de Educación, Investigación, Cultura y Deporte y de Sanidad Universal y Salud Pública, en las que se busca un consenso con el PSPV.

Además de la presidencia, los socialistas asumen las consellerias de Hacienda, Modelo Económico y Administración Pública; Justicia, Gobernación y Reformas Democráticas, y Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio.

Puig tiene ya decididos sus consellers, que no ha desvelado, a falta del acuerdo en Compromís. Uno de los motivos es que el bipartito garantizó un Consell con paridad, por lo que podrían ser necesarios ajustes en caso de no cumplirla.

Compromís asume la vicepresidencia, que ocupará Oltra, y gestionará las consellerias de Igualdad y Política Inclusiva; Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación; Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Empleo, y Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y desarrollo Rural.

Si la cartera de Economía ya generó tensiones, con un agitado baile de nombres, la exigencia del Bloc de controlar Educación e imponer quién la dirija ha llevado a la coalición al borde de la ruptura. Su candidata, Gràcia Jiménez, del movimiento Escola Valenciana, tiene el rechazo de Oltra, así como del PSPV, por su perfil ultranacionalista.

Al cierre de esta edición, los representantes de las difierentes fuerzas de Compromís estaban aún tratando de cerrar sus candidatos.

Reforma de la financiación

En su primer discurso como presidente, Puig repasó fugazmente su programa de gobierno, con referencias a la lucha contra la corrupción; la garantía y modernización de los servicios sociales, la educación y la sanidad; el avance hacia un nuevo modelo productivo; la igualdad entre hombres y mujeres, y su compromiso con la cultura y las señas de identidad valencianas.

El nuevo presidente no perdió la ocasión de reclamar, una vez más, al Gobierno central, representado en el acto por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, la reforma de la financiación autonómica. "La Comunitat no puede aguantar ni un día más. No toleraré ninguna dicriminación más, ni en financiación autonómica ni en inversiones del Estado", advirtió Puig.

Una reclamación que comparten los cinco partidos con presencia en el hemiciclo valenciano (PSPV, Compromís, Podemos, Ciudadanos y PP) y que García-Margallo recogió. El ministro reconoció que la situación financiera de la Generalitat "es muy difícil", pero, afirmó que en esta legislatura no se ha podido abordar "porque había que evitar que a España le pasase lo que le está pasando a Grecia: había que evitar el rescate.

"Ahora que las condiciones se dan y la economía nacional está en mucho mejores condiciones de las que nosotros encontramos, es hora de hacer un sistema de financiación justo, y estoy convencido, porque he hablado con él (Puig), de que el sistema de financiación que pensamos los dos es muy parecido", añadió.

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