
Vía libre al primer dividendo de Bankia. La Junta General de Accionistas celebrada en Valencia ha aprobado el reparto de 202 millones de euros (0,0175 euros por acción) para retribuir al inversor. "Es, sin duda, una gran noticia, porque es el primer dividendo que se reparte en nuestra entidad y es una prueba más de la normalización del banco", apuntó su presidente, José Ignacio Goirigolzarri.
En un clima más templado que en las tres anteriores ocasiones, Goirigolzarri defendió la gestión y la estrategia seguida por la entidad, que, en su opinión, viene refrendada por la evolución del negocio y los resultados. De hecho, anunció que el objetivo para 2015 "es conseguir un sustancial incremento del beneficio", tras haber obtenido un resultado atribuido de 747 millones de euros en 2014 (un 83,3% más que en 2013).
Este aumento permitiría al banco alcanzar el objetivo de situar su rentabilidad sobre recursos propios (ROE) en el 10%, frente al 6,6% del cierre del pasado ejercicio, tal y como está contemplado en el Plan Estratégico 2012-2015.
Además, el presidente de la entidad manifestó que si se logran estos crecimientos tendrá un impacto positivo adicional: la posibilidad de "devolver a los contribuyentes" las ayudas que la entidad ha recibido del Estado. Respecto a los inversores, apuntó que espera poder plantear un dividendo aún más elevado el próximo año, con cargo al ejercicio 2015.
Bankia presentará el próximo lunes la evolución de negocio y resultados correspondientes al primer trimestre de 2015. La entidad adelantó algunos datos, como un incremento del 70% en nuevos créditos para autónomos y empresas, y del 11% de la facturación en préstamos a consumo para familias. Por su parte, el número de operaciones de crédito a autónomos y pymes creció casi un 40% en 2014.
Irregularidades en el proceso de salida a bolsa
En cuanto a las críticas por las posibles irregularidades en el proceso de salida a bolsa de la entidad, investigadas judicialmente, Goirigolzarri se limitó a indicar que el procedimiento se desarrolló de forma legal, aunque "económicamente ha sido una operación con resultado negativo". Asimismo, recalcó que los altos riesgos de la operación estaban recogidos en el folleto de información para la salida a bolsa elaborado por la entidad.
Goirigolzarri lamenta que "temas del pasado hayan afectado a la imagen y gestión" de la entidad, y apuntó que "estamos preparados para que estos hechos no nos aparten de nuestro foco fundamental. Nosotros a lo nuestro, que es el cliente".
Así las cosas, Bankia ha celebrado la junta en un ambiente más calmado. Los inversores afectados por los procesos de salida a bolsa de la entidad y la inversión en participaciones preferentes han reducido su presión dentro y fuera del Palacio de Congresos. Sin embargo, y a pesar de que sus intervenciones no sólo fueron menores en número (aproximadamente la mitad que en la junta de 2013), sino también más moderadas en cuanto a expresión, siguieron siendo los protagonistas, como en años precedentes.
Algunos inversores señalaron dos factores como probable causa de esta disminución en el número de participantes: el proceso de arbitraje que la entidad ha mantenido con inversores descontentos y el que, por primera vez, se haya limitado el acceso a la junta de accionistas a personas con un mínimo de 500 acciones. De hecho, varios accionistas minoritarios que no alcanzan esa cuota reclamaban en la puerta su derecho a participar. El total de títulos representados en la junta de accionistas (tanto con presencia directa como a través de voto electrónico y por delegación), ascendió al 76,66%.
La mayoría apeló a la responsabilidad de la actual directiva de la entidad y al ahorro de costes que supondría para el banco un acuerdo extrajudicial para reclamar la devolución de sus inversiones. Por su parte, el presidente de Bankia se limitó a remitir a las resoluciones de cada proceso, una vez cerrado el periodo para resolver los reclamaciones por la vía del arbitraje.
Si bien Goirigolzarri presentó como un buen dato para los interesados el que el 72,8% de las reclamaciones solicitadas por por la vía de arbitraje se hayan resuelto a favor de los inversores (por un importe total de 2.166 millones de euros), varios de los intervinientes pidieron explicaciones sobre la razón por la que en el resto de los casos se rechazó la decisión del órgano de arbitraje, criticando que se ha producida una "desigualdad" no aclarada.
Igualmente, se criticó que, en los procesos de reclamación seguidos por vía judicial, el banco está presentando alegaciones que dilatan los procesos y aumentan los costes para la entidad.