El Gobierno valenciano volvió a acordarse este viernes de la deuda histórica que reclamó con insistencia al Gobierno central en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero y en el primer año de legislatura de Rajoy.
Dos años después de que Alberto Fabra renunciara en las Corts a seguir reclamando hasta 13.500 millones de euros por la infrafinanciación sufrida desde 2002, la portavoz de la Generalitat, María José Català, afirmó que, tras el anuncio del presidente del Gobierno extremeño, José Antonio Monago, de un acuerdo sobre la deuda histórica de esta comunidad, el Ejecutivo valenciano "se siente, si cabe, más reforzado que nunca" para reivindicar "aquello que nunca hemos abandonado, que es un cambio de financiación y sobre todo, sin renunciar a la deuda histórica".
Monago anunció el jueves que ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno central que supondrá el pago de 447 millones a Extremadura en concepto de deuda histórica. El presidente extremeño presumió de que la cantidad es superior a la que habían reclamado las Cortes autonómicas, que era de 430 millones.
Extremadura es la segunda comunidad, tras Andalucía en 2009 -fueron 1.204 millones, parte de los cuales ya se habían adelantado-, que recibe una indemnización del Estado. Son las únicas autonomías que vieron reconocido ese derecho en sus estatutos de autonomía originales, hace más de 30 años.
El motivo esgrimido fue que el Estado les debía una cantidad por el retraso socioeconómico con el que partían como comunidad autónoma.
Por la infrafinanciación
El caso valenciano es distinto, ya que lo que la Generalitat llama deuda histórica se refiere a la diferencia de financiación respecto a la media de las autonomías que viene sufriendo desde el modelo de financiación de 2002.
Durante los 12 años transcurridos, Valencia ha estado a la cola de la financiación per cápita y ha sido la única comunidad que era contribuyente neta al Estado pese a tener una renta per cápita inferior a la media.
Varios informes situaron hace más de un año la supuesta deuda histórica valenciana en 13.500 millones, aunque la portavoz del Gobierno valenciano dijo ayer que "deberá actualizarse".
Según Català, "si finalmente se firma" el acuerdo con Extremadura, el Ejecutivo de Fabra "se siente más reforzado que nunca para pedir que se cumpla el compromiso de la deuda histórica".
La reclamación, que la Generalitat pretende que se haga mediante condonación de deuda con el Estado, la inició Francisco Camps en 2009 y fue bandera el PP frente al Gobierno socialista de Zapatero. Cuando Rajoy llegó al poder a finales de 2011, Fabra, con el respaldo de la oposición, mantuvo la reivindicación, pero en 2013 se le hizo saber desde el Gobierno que no se iba a atender, por lo que cambió su discurso y se centró en lograr un cambio de modelo de financiación que tampoco llegó.
Los partidos de la oposición aprovecharon este viernes el anuncio de Monago para poner en evidencia la falta de peso político de Fabra, frente al líder extremeño.
No tiene base legal
El problema para la Comunidad Valenciana es que esta deuda histórica no viene reconocida en ningún texto legal, mientras que las de Andalucía y Extremadura estaban en sus estatutos, que son ley orgánica de obligado cumplimiento para el Gobierno.
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, no se ha pronunciado sobre si atendería esta reivindicación en caso de gobernar.