
El juez de lo Mercantil número 2 de Valencia, Jacinto Talens, ha desempolvado el concurso de Llanera, la primera gran inmobiliaria que se declaró insolvente en esta crisis -en 2007, con un pasivo de 663 millones-, y ha puesto en vilo a la familia Gallego, su propietaria, y a cientos de acreedores, sobre todo a Inmochan España, inmobiliaria del grupo Auchan (Alcampo).
El juez acaba de aprobar el plan de liquidación con más de un año de retraso sobre el plazo legal, como él mismo admite en el auto, y entre las razones que da, además de la carga de trabajo, están las disputas entre Llanera e Inmochan que "han tensado el ambiente" y han obligado al juzgador a "resolver cuestiones de gran calado".
De estas cuestiones queda pendiente sólo una, la calificación del concurso, que determinará las posibilidades de cobro de los acreedores y el futuro del patrimonio personal de los Gallego.
Según la Fiscalía Provincial de Valencia, que actuó a instancias de Inmochan, debe ser "culpable", por lo que Fernando Gallego y sus hijos Fernando y José Ramón deben ser condenados a inhabilitación para administrar bienes ajenos durante 10 años, a indemnizar solidariamente a Inmochan con 25,68 millones de euros y a pagar solidariamente a los acreedores toda la deuda contemplada en el convenio -136 millones- que les quede por cobrar tras la liquidación.
El dictamen del fiscal, del que informó elEconomista en su día, lleva fecha de 28 de octubre de 2013, por lo que el fallo debería haber salido hace un año.
También en la Audiencia Provincial
Fuentes judiciales confirman a elEconomista que la tensión es palpable entre los afectados, y no sólo por la calificación del concurso, ya que Llanera e Inmochan mantienen un contencioso igual de relevante en la Audiencia Provincial.
El enfrentamiento, con episodios como la intervención de la Guardia Civil en una vista, se originó cuando Llanera pidió al juez que obligara a Inmochan a pagarle 20 millones por un proyecto que no ejecutó al entrar en concurso.
El juez que instruyó el concurso al principio, Fernando Presencia, condenó a Inmochan a pagar e intervino judicialmente la empresa para obligarla, pero en 2013 el Tribunal Supremo anuló el fallo. Cuando la inmobiliaria de Auchan pidió la devolución de los 23 millones -con intereses-, Llanera se declaró insolvente y pidió la liquidación.
Inmochan pide el embargo preventivo
Inmochan pidió entonces la declaración de concurso culpable y el pago de 25,68 millones más 7,7 de intereses y costas. También pidió el embargo preventivo de bienes de la familia Gallego.
El juez Talens le concedió 25,68 millones, pero el fallo está recurrido ante la Audiencia Provincial. El magistrado advierte de que hasta que haya sentencia firme del Tribunal Supremo sobre este incidente sólo se pagarán los créditos generados entre 2009 y 2013. La mayoría de los activos liquidables son inmuebles, tasados en unos 90 millones.
Compraron siete coches de alta gama
La Fiscalía pidió en su dictamen que el concurso de Llanera fuera calificado de "culpable" después de lo que consideró "irregularidades relevantes" en la fase de convenio por parte de los Gallego.
Entre ellas, un alzamiento de bienes por 15,23 millones de euros desviados a cuatro filiales, una de ellas en Brasil; el agravamiento del estado de insolvencia por la compra de siete coches de alta gama, e irregularidades contables al no provisionar los 23 millones que podía perder si el Supremo fallaba en su contra, como así ocurrió.