
El empresario singapurense Peter Lim es desde este viernes el accionista mayoritario -70 por ciento- del Valencia Club de Fútbol, tras cerrar casi a medianoche un largo proceso de venta que se inició el pasado mes de diciembre cuando Bankia instó a su hasta ahora dueña, la Fundación Valencia CF, a vender el club al no poder devolver el préstamo con el que consiguió la mayoría. El resto del capital permanece en manos de más de 20.000 pequeños accionistas.
Meriton Holding, la empresa de Lim, pagará por las acciones 94 millones de euros, de los que Bankia financia 72 a cuatro años.
La Fundación VCF recibirá 6 millones como donación, ya que de los 94 de la compra, 88 serán para saldar su deuda con Bankia y 6 para la Generalitat, que tuvo que pagar un plazo de su deuda como avalista que era.
La venta era la condición que puso la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri para refinanciar al Valencia CF, a la que venía prorrogando un crédito vencido de 200 millones.
La deuda total con el banco es de unos 230 millones, de los que Bankia refinancia 155 millones a 15 años y 56 millones a 10 años, estos últimos condicionados a que el club obtenga unos beneficios muy superiores a los de los últimos años. Otros 19 millones corresponden a una línea de crédito.
Una fortuna de 1.900 millones
Peter Lim (Singapur, 1953) es un hombre de negocios hecho a sí mismo, hijo de un vendedor de pescado, al que Forbes le calcula una fortuna de 1.900 millones de euros, una de las mayores de Singapur.
Casado y con dos hijos, Lim empezó como agente de bolsa e hizo fortuna al invertir en la empresa Wilmar International, dedicada al cultivo de aceite de palma. Es propietario de la empresa de servicios médicos Thompson Medical y de un importante proyecto inmobiliario en Malasia.
Apasionado del deporte, en 2010 intentó comprar el Liverpool y un año después entró en el accionariado de la escudería McLaren.