
La decisión del alcalde de Alfafar (Valencia), el popular Juan Ramón Adsuara, de vetar la libre apertura en domingos y festivos del comercio en verano y Pascua tendrá consecuencias para Ikea, que estima que la facturación aumenta "un 8 o un 9 por ciento si se abre en domingo", según datos de su directora en Valencia, Carolina García, basados en la experiencia de las tiendas de Madrid.
Allí, el domingo es del segundo día de mayor facturación, tras el sábado, y la multinaciona sueca esperaba que en Valencia ocurriera lo mismo, tras haberles comunicado el alcalde que había solicitado a la Generalitat, el pasado mes de abril, la declaración de municipio turístico, que implica esta libertad en verano y Pascua.
Adsuara, que había recibido críticas del pequeño comercio y de la oposición, anunció que retiraba la solicitud pocos días después de perder las elecciones europeas en su municipio, donde tiene mayoría absoluta y se vio superado por el PSOE.
Los representantes de Ikea no ocultaban este martes su contrariedad en la presentación de la tienda, que abre al publicó el próximo martes.
Carolina García afirmó que Ikea cuenta con una bolsa de 40 preseleccionados para reforzar la plantilla inicial de 400 trabajadores en caso de aprobarse la apertura en festivos, cosa que no descartó definitivamente porque el Ayuntamiento de Alfafar, con el que dijo mantener "una relación cordial" a pesar de este desencuentro, no les ha notificado que se haya paralizado la tramitación de la declaración de municipio turistico ante la Generalitat.
No obstante, fuentes de la Consejería de Economía, Industria, Comercio y Turismo confirmaron a elEconomista que el Consistorio sí ha solicitado recientemente que se archive el procedimiento.
De esta forma, Ikea podrá abrir sólo los 10 domingos y festivos autorizados para todo el año en la Comunidad Valenciana, casi todos en diciembre y enero.