
Con 141 pollerías -casi todas en la Comunidad Valenciana-, 15 millones de kilos de pollo vendidos en 2013, una facturación de 43,5 millones de euros -un 6 por ciento más- y 450 empleados, la empresa familiar Pollos Planes demuestra que los negocios especializados tienen hueco en el sector de la distribución. Ahora se atreve con una cadena de restaurantes low cost a base de pollo, como explica su director de Tiendas, Juan Planes.
¿Por qué crean La Parrilla?
Entendemos que puede ser una buena vía de negocio y, además, supone poner un punto de degustación de nuestros productos en el centro de las ciudades. Se diseñó para adaptarnos al momento económico actual, en el que las carteras no van muy llenas, con un modelo low cost. Coste de operaciones reducido, precio económico y sencillez en el diseño de las operaciones, porque un restaurante es complejo de gestionar y nosotros hemos tendido a simplificarlo lo más posible. La unidad de negocio es rentable con márgenes mucho más reducidos de los habituales en el sector. Es buffet libre, a 6,80 euros en la comida y 7,80 por la noche y los festivos.
¿Cuál es el plan de expansión?
Tenemos dos abiertos en Valencia, abriremos un tercero allí y otro en Castellón antes del verano y nuestra idea es empezar a franquiciar en septiembre del año que viene. Tenemos ya 40 solicitudes de información, que luego pueden no salir, pero ya son 40. Queremos abrir en todo el territorio nacional y la prioridad es Madrid en el primer semestre de 2015.
Pollos Planes ya tiene una tienda en Madrid. ¿Abrirán más?
La expansión de las pollerías la estamos dirigiendo hacia Barcelona. Tenemos tres tiendas y tres más firmadas. Para pollerías, vemos difícil Madrid porque el comercio tradicional de alimentación no es como en Barcelona, la compra en el barrio no es tan popular. En Madrid hay mucha tendencia a comprar en centros comerciales y para nosotros es complicado. En Barcelona, sin embargo, sí podemos llegar a tener un volumen como el que tenemos en la Comunidad Valenciana.
¿Barcelona o Cataluña?
Empezaremos en Barcelona y área metropolitana. Es por la logística. Nuestro producto llega fresco cada mañana antes de las ocho a las tiendas. Si creces de forma no concentrada, la logística se complica y la formación de las dependientas.
¿Crecerán con franquicias o tiendas propias?
En la Comunidad Valenciana no queremos hacer más franquicias y en Cataluña el debate está abierto sobre si franquiciamos o no.
¿Por qué no quieren más? ¿No les ha dado buen resultado?
Porque preferimos controlar la gestión. Con los 25 franquiciados que tenemos (en Valencia y Castellón) estamos felices, pero tuvimos que renunciar a tres o cuatro porque no gestionaban las tiendas como queríamos, y tampoco nos gusta abrir tiendas y luego tener que cerrarlas. Gestionar las tiendas propias es relativamente sencillo, casi nos cuesta más dirigir a un franquiciado.
Pero está la inversión...
Nosotros no tenemos deuda, podemos crecer con tiendas propias. Las inversiones de un restaurante son mucho más elevadas y al ritmo que queremos crecer no podemos hacerlo sin franquicias. Una pollería puede costar entre 100 y 120.000 euros, y un restaurante, entre 200 y 300.000. Además, va a haber una expansión geográfica y el restaurante es algo que requiere mucha supervisión, es muy difícil gestionar desde la distancia. La forma idónea para la cadena de restaurantes sí es la franquicia.
¿Su mayor competencia para las pollerías son los supermercados?
Sí, y el pequeño comercio que va quedando, que cada vez es menos.
Juan Roig dijo dice que Mercadona vuelve a apostar por la carne al corte y otros productos frescos porque junto a los supermercados se montan fruterías, carnicerías, pescaderías... ¿Teme esta competencia directa?
Consum ha tenido siempre carne al corte y con Mercadona convivimos con carne al corte muchos años antes de que la quitaran, más años que con la bandeja. Y hemos seguido creciendo, antes y ahora. Obviamente, preferiríamos que en Mercadona siguiera siendo todo envasado, y si no pusiera carne, mejor, pero eso no es posible. No hay problema, estamos acostumbrados a competir con todos.
¿Se come más carne de pollo debido a la crisis?
El consumo de pollo ha estado relativamente estable en estos años, ha crecido en torno al 1 por ciento, lo que pasa es que contrasta con la disminución que ha habido del consumo de ternera. Pero yo siempre digo que al final es más barato medio pollo con más patatas o con arroz que un pollo entero.
¿Qué previsiones tienen para 2014?
En facturación creceremos un 5 por ciento, aproximadamente, y abriremos seis o siete tiendas. En Valencia y Castellón no nos caben más. En Alicante sí, pero estamos consolidando equipos. Nuestra estrategia es que la encargada de una nueva tienda tiene que salir de la segunda encargada de otra tienda, y en Alicante llevamos relativamente poco tiempo, así que creceremos a partir de 2015. Nuestro negocio depende mucho de la formación de las personas y eso lleva un tiempo. Una encargada no se hace en tres meses. Tampoco tenemos prisa.