
La Generalitat Valenciana afloró el año pasado 240 millones de euros de gasto en planes de vivienda que se cargaron en el ejercicio 2012. Esto evitó que el desfase de 7,3 décimas del déficit de 2013 sobre el límite previsto fuese aún mayor.
Según aseguró este viernes el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, de haberse contabilizado en 2013, el déficit habría sido del 2,6 por ciento del PIB regional, en lugar del 2,33 por ciento que anunció el lunes el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, quien felicitó a la Generalitat "por su esfuerzo". Su límite era del 1,6 por ciento.
En los datos de Valencia, sorprendió que el déficit de 2012 se situara en el 3,94 por ciento, cuando a Eurostat se comunicó un 3,52 por ciento y el pasado noviembre se informó de que había subido al 3,69 por ciento por las variaciones del PIB regional.
Según reconoció el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, el nuevo aumento se debió a otro ajuste del PIB y a "la contabilización de las ayudas de vivienda del Plan 2009-2012".
Cambio de criterio
Fuentes de la Conselleria explicaron a elEconomista que la Generalitat tenía el criterio de no contabilizar la ayuda "hasta que no existiera el nacimiento de la obligación, y esa ayuda estaba sujeta a una condición suspensiva, que era la disponibilidad presupuestaria".
Tras varias sentencias judiciales, "se ha decidido junto con la IGAE (Intervención General de la Administración del Estado) y Eurostat, que son quienes hacen el cómputo final del déficit", imputarlo "a la cuenta 409 de 2012", añadieron.
Puig pidió la dimisión del conseller Moragues por este motivo y por "maquillar las cifras" de 2013 con, según sus cálculos, 300 millones en gastos corrientes que no se contabilizaron en diciembre para cargarlos en 2014.