El Gobierno valenciano aprobó ayer una reducción media del 17,1 por ciento de las tarifas de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), que entrará en vigor el próximo martes.
La Comunidad Valenciana tiene las tarifas de ITV más caras de España, a pesar de que están congeladas desde 2010, debido al proceso de adjudicación realizado en 1997 por el Gobierno de Eduardo Zaplana y a la imposición en 2004 de un recargo por la prueba de ruidos que no se aplica en ninguna otra autonomía y que impide a los conductores valencianos pasar la inspección en otra región con tarifas más bajas.
Junto a la rebaja de precios, la Generalitat ha incluido en el cuadro tarifario los quads, cuatriciclos y autocaravanas, vehículos que no figuraban entre los obligados a pasar la prueba.
Según explicó el consejero de Economía, Máximo Buch, la decisión se tomó después de que varias concesionarias iniciaran un litigio por la no actualización de tarifas en 2011.
El Tribunal Superior de Justicia falló a favor de la Generalitat hace seis meses y abrió la puerta a una reducción de precios "siempre que se cumpliesen las condiciones del pliego", según Buch.
Baja la tarifa del ruido
Los jueces advirtieron de que había un "desequilibrio" en las tarifas a favor de las concesionarias y que las bases del concurso no fijaban una actualización automática de precios, cosa que se estableció en 2001.
Por ello, la Generalitat realizó a finales de 2013 un estudio técnico sobre los costes que soportan las concesionarias y el aumento del parque de vehículos.
La principal rebaja, que afecta a todos los vehículos, se produce en la tarifa de medición del ruido, que pasa de 9,3 a 2,48 euros, aunque no se elimina, de manera que seguirá impidiendo a los valencianos pasar la ITV en otras autonomías. La tarifa para los turismos diésel baja en 2,75 euros.
