
El sector químico valenciano no entiende la falta de vocación de los estudiantes hacia un sector que apenas ha notado la crisis. Así lo ha expresado a elEconomista el presidente de la Asociación Química y Medioambiental del sector Químico de la Comunidad Valenciana (Quimacova), Miguel Burdeos.
Según afirma, "disminuye la vocación a la inversa de cómo va el sector, y la industria es la salida a la crisis". Según sus datos, entre los años 2001 y 2011 se ha producido un descenso progresivo de estudiantes universitarios de química del 69 por ciento.
En esta época de crisis en la que el empleo en el sector apenas aumenta no es problemático, pero de cara al crecimiento previsto en los próximos cinco años, de hasta el 15 por ciento, puede notarse la falta de profesionales cualificados.
El problema se extiende a los técnicos, según Burdeos, ya que "la formación profesional está orientada a cinco o seis especialidades" que no siempre son las más demandadas. "Con la formación profesional dual estamos muy esperanzados en que se potencie", añade, en referencia al impulso que la Generalitat está dando a este tipo de estudios con más formación práctica.
Burdeos, que es director general de la empresa SPB, interproveedora de Mercadona de productos de limpieza y parafarmacia, fue reelegido presidente de Quimacova el pasado mes de abril.
El sector lo forman 445 empresas que suman unos 12.000 puestos de trabajo, el 91 por ciento fijos, y una facturación de 6.000 millones de euros, la mitad en el extranjero. La industria química valenciana representa un 11 por ciento de la nacional, y un 11 por ciento del PIB de la Comunidad Valenciana. Los subsectores con más presencia son las pinturas y barnices, con un 20 por ciento, los productos de limpieza, los cosméticos y los fertilizantes.
La industria química goza de buena salud, según un informe de KPMG, que destaca que es el sector que más liquidez y menos deuda tiene en la Comunidad Valenciana. Según Burdeos, su fortaleza "no es casualidad, ya que es el que más invierte en I+D".
El presidente de Quimacova se muestra resignado ante la creación de tasas medioambientales estatales y autonómicas, que afectan a esta industria. "Son más impuestos", dice.