
El concejal de Hacienda, Contratación, Patrimonio y Empresa del Ayuntamiento de Paterna (Valencia), Manuel Palma Marín, es, probablemente, el político más rico de España, al menos de aquellos que declaran su patrimonio, con 67,1 millones de euros.
Esta es la cifra que consta en la declaración de bienes del empresario, que se presentó como independiente en las listas del PP, publicada el pasado 24 de febrero en el Boletín Oficial de la Provincia de Valencia, junto a la del resto de ediles del Consistorio. Su pasivo (deudas, créditos, préstamos) es cero euros.
Según esta declaración, la mayor parte de este patrimonio, 66,75 millones, corresponde a "depósitos bancarios, acciones, fondos de inversión, pólizas de seguro u otros con naturaleza análoga". El empresario ha explicado a elEconomista que el 90 por ciento de esa cantidad es el valor contable de Grupo Palma, el holding del que es accionista único, con negocios inmobiliario, de enseñanza, de residencias y, sobre todo, de venta de automóviles.
El resto son acciones, sobre todo de Banco Sabadell, al que está muy vinculado como consejero de la filial Banco Urquijo.
Palma, divorciado y con hijos, posee, además, una vivienda con un valor catastral de 249.960 euros, participaciones en cuatro fincas rústicas con un valor catastral total de 98.480 euros, y depósitos bancarios por 20.983 euros.
No cobra
Manuel Palma, fichado por el alcalde, Lorenzo Agustí, como independiente en la lista del Partido Popular en las últimas elecciones municipales, se convirtió en concejal del área económica, trabajo por el que no percibe ninguna remuneración porque así lo puso como condición para presentarse, como contó en una entrevista en elEconomista.
El empresario de origen cordobés, afincado en Valencia desde que hizo el servicio militar, reconoce que 2011 fue un mal año para su grupo de empresas, por la reducción de personal y las amortizaciones extraordinarias, a pesar de lo cual acabó con beneficios de medio millón de euros. "El grupo nunca ha tenido pérdidas", afirma. La facturación fue de unos 70 millones.
El negocio del automóvil fue el que peor comportamiento tuvo, mientras el de alquileres se mantuvo y los de enseñanza y residencias de la tercera edad fueron "muy bien", según Palma.