
El Príncipe de Asturias y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, inauguraron este miércoles la Base de Comunicaciones de la ONU en Quart de Poblet (Valencia), una instalación construida por el Gobierno español -25 millones de euros- y cedida al organismo internacional, que le permitirá reforzar el mantenimiento y la seguridad de las telecomunicaciones durante las misiones de paz, hasta ahora soportadas desde una única base situada en Brindisi (Italia).
En esa base trabajó quien va a dirigir la nueva instalación, Michel Bergeron, un oficial retirado del ejército de Canadá que salió de su país para trabajar por la paz como ciudadano del mundo. Ingeniero eléctrico y máster en Administración y Dirección de Empresas, el responsable de la base está casado y tiene tres hijos.
Bergeron dirigirá un equipo de unas 250 personas, muchas de ellas ingenieros informáticos o de telecomunicaciones, cuya selección hace Naciones Unidas en igualdad de condiciones para todo el planeta. Para decepción de algunos, no suma puntos vivir en Quart de Poblet ni en Valencia, ni siquiera en Europa, y el único idioma imprescindible es el inglés. De hecho, el propio Bergeron no domina el idioma español y durante la inauguración de la base, la variedad de razas era evidente entre el personal que ya trabaja allí.
Esta isla de Naciones Unidas junto a Valencia tendrá, no obstante, ventajas para la zona en cuanto a empleo indirecto ?se calcula que unas 900 personas?, negocio para empresas locales de servicios y por la llegada de personal muy cualificado y con altos sueldos junto con sus familias.
Bergeron ingresó en las Naciones Unidas en 1994 en la sede central de Nueva York. Poco después, se incorporó a la base de Brindisi, antes de asumir diversas misiones, siempre en el área de tecnologías de la información, del despliegue de fuerzas preventivo de la ONU en la exregión yugoslava de Macedonia, en la organización para la prohibición de las armas químicas en La Haya y en el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia. En 2004, Bergeron se reincorporó a la base de Brindisi como director del área de telecomunicaciones, donde ha permanecido hasta su traslado a Valencia.
La tarea de Bergeron y su equipo es tan importante o más que la de quienes trabajan a pie de crisis humanitaria allí donde se produce, ya que deben garantizar una comunicación permanente, rápida y confidencial entre Nueva York y cualquier parte del mundo. Como dijo Ban Ki-moon al referirse a la importancia de esta base, "para estas operaciones, las comunicaciones pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte".