
La empresa autonómica que gestiona el complejo de cultura y de ocio ha reducido drásticamente sus previsiones para este año por los efectos de la pandemia del coronavirus y prevé 11 millones más de pérdidas.
El impacto de la crisis del coronavirus en el turismo se está dejando notar en el recinto que se ha convertido en una de las principales postales internacionales de Valencia: la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. La empresa pública que gestiona el complejo prevé reducir los ingresos previstos este año a apenas una tercera parte, según se desprende del proyecto de presupuestos de la Generalitat para el próximo año.
Así, Cacsa prevé ingresar apenas 6,03 millones de euros en 2020, cuando sus presupuestos iniciales para este año estimaban 21,38 millones la cifra de negocios. Ese importante recorte se debe fundamentalmente a la caída de visitantes y las semanas que el recinto tuvo que estar completamente cerrado, pero también a la cancelación de parte de la programación, del alquiler de espacios para congresos y eventos y en, el caso de los pocos que se han mantenido, la reducción de aforo.
El desplome de ingresos también arrastra a la cuenta de resultados de la empresa pública, que nunca ha arrojado beneficios. Sin el efecto de la pandemia, la Generalitat ya había presupuestado para este año unas pérdidas netas de 21,41 millones. Con la caída de los visitantes, los números rojos crecen en más de 11 millones, hasta 32,7 millones.
Para hacer frente a ese incremento de los números rojos y reequilibrar su patrimonio, la Generalitat Valenciana ya incluye en los presupuestos de 2021 una nueva inyección de dinero público. En concreto, 14,9 millones de euros en capital o fondos propios que procederá de la propia Administración.
De hecho, las cuentas presentadas para el próximo año contemplan una mejora en los ingresos respecto a 2020, pero lejos aún de los números anteriores a la pandemia. Por ejemplo, para 2021 se ha marcado como objetivo medio millón de visitantes menos en su principal atracción, el Oceanogràfic, frente a los 1,4 millones que contemplaba para 2020. En el Museo de las Ciencias y el Hemisfèric, la caída prevista ronda entre el 40% y el 45%.