Universidades

Inversión tecnológica y disciplina marcan la educación en Japón

  • Los estudiantes nipones pasan más de 240 días al año en las aulas
Estudiantes de secundatia japonesas. Imagen de Reuters

Japón tiene uno de los sistemas de alto rendimiento en Pisa. Tiene una media de 540 puntos en lectura, matemáticas y ciencias, una calificación más alta que la media de la OCDE de 497. Los alumnos japoneses tienen una fuerte tradición de aprendizaje memorístico y una disciplina estricta que ha impulsado al país a la cima de los rankings internacionales de educación internacionales, en particular en las matemáticas y las ciencias.

Entre los países con mejor resultado en lectura digital se encuentran Singapur, Corea del Norte, Hong Kong y Japón, en cuarta posición, con 545 puntos, superando a la media de la OCDE de 497. Sin embargo, la encuesta muestra que los japoneses de 15 años pasan unos 80 minutos al día en Internet, mucho menos que el promedio internacional de 130 minutos.

El sistema educativo en el país nipón tuvo un fuerte impulso a raíz del crecimiento económico en el período posterior a la guerra, pero tuvo que correr mucho para ponerse al día con el resto de países. La tasa de asistencia de la escuela secundaria había crecido del 43% al 98% y la asistencia a la Universidad había subido del 10% al 49%, en 2006 cuando se implementó una nueva ley educativa.

Muchos países envidian a Japón por sus estándares. Las clases están formadas por 40-45 alumnos, tienen mayor disciplina, mayor autonomía, libertad de elección de centro, uso de tecnología avanzada y el gusto por la lectura. Además, los alumnos pasan aproximadamente 240 días al año en la escuela.

Pérdida de población

Sin embargo, las cosas no son tan halagüeñas, Japón ha perdido población en edad de estudiar, con lo que la competitividad por ser el mejor se ha perdido en cierto modo. Una de las claves del éxito ha sido la creencia de que todos los niños pueden ser triunfadores. Sin embargo, hay preocupaciones en Japón sobre una pérdida de las costumbres tradicionales y la disminución de la motivación del alumno.

Hasta 2002, los estudiantes de primaria y secundaria asistían a la escuela seis días a la semana. El sábado fue eliminado ese año. Sin embargo, en 2014 se volvió a incorporar ese día para hacer actividades complementarias con las familias. Los japoneses entienden la educación como una garantía de futuro y de éxito socioeconómico. Los horarios de las clases son de 8:00 a 16:00 horas, complementados con actividades de refuerzo y con una sesión inicial de gimnasia. La educación preescolar (0-6 años) no es obligatoria, de ahí que el sector esté dominado por el ámbito privado (lo mismo que ocurre con las universidades), frente al predomino de lo público en el resto de etapas. Además, ser docente es la profesión que más respeto tiene en el país y la conformidad es imprescindible para ser un buen alumno.

Uno de los retos que debe asumir el país del sol naciente es alejarse de la reproducción de contenidos para fortalecer las competencias para la vida. La educación superior debe abrirse a los mercados mundiales puesto que los ingresos de matriculas por parte de alumnos extranjeros son muy necesarios.

El examen final de secundaria es la meta obligatoria, sacar una nota alta les permite ingresar en las universidades más prestigiosas. Dada la gran competitividad, los estudiantes son capaces de manejar cantidades extremas de estrés. Además, muchas universidades hacen sus propias pruebas, en lugar de ofrecer una estandarizada, con lo que los estudiantes a menudo tienen que realizar múltiples pruebas.

El 1 de septiembre es el día más popular para el suicidio en Japón, porque es el día que comienza la escuela. Japón ocupa el puesto 9 en la tasa de suicidios a nivel mundial.

La universidad internacional

El sistema de educación superior tiene 781 universidades. En 2014, había 86 universidades nacionales y 603 privadas. A estas hay que añadir 92 de ámbito municipal. Ahora, el ministro de Educación se ha centrado en mejorar el sistema y ha anunciado que dedicarán fondos a crear universidades superglobales. Las universidades que imparten clases en inglés son consideradas más excelentes, la apertura hacia lo internacional también es una amenaza para la cultura japonesa, basada en la tradición. Hace 25 años, el país quiso internacionalizar la universidad, incluyendo programas en inglés y contratando a profesorado extranjero de relevancia, pero el sector universitario es notoriamente débil para los estándares internacionales. Sólo dos instituciones japonesas están en el top 100 mundial, según el ranking Times Higher Education.

Algunas titulaciones pueden conseguir subvenciones como, por ejemplo, las ciencias naturales; pero no pasa lo mismo con las humanidades, que han descendido de 1990, con 2 millones de estudiantes de 18 años, a día de hoy con 1,2 millones.

La Universidad Hirosaki recortará las admisiones de estudiantes en Arte de 345 estudiantes universitarios a 265, y en la titulación de Educación de 240 a 170. Sin embargo, se abrirán las plazas en las ciencias naturales 485-575.

Los precios en las privadas oscilan por los 1.300.000 yenes, o (unos 9,850 euros), los precios para una pública son cerca de ¥ 680.000 (unos 5.000 euros).

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