Universidades

Las carreras de cuatro años en España están lejos de la vanguardia europea

La polémica reforma, aprobada en el último Consejo de Ministros, que permite a las universidades reducir la duración de los grados de cuatro a tres años, es el modelo que, mayoritariamente, tiene Europa.
La flexibilidad de compatibilizar carreras de tres y cuatro años es el sistema que prefieren los países europeos (un 61,7 por ciento posee un modelo mixto, según un informe de la Comisión Europea). Por ejemplo, Francia tiene un sistema de tres años más dos de máster con tasas muy bajas. Sin embargo, hay otros como Hungria, Irlanda, Lituania u Holanda que poseen un 50 por ciento de cada duración.

Turquía, Armenia, Ucrania, Grecia, Kazajistán, Chipre o Georgia tienen el mismo modelo español, y no son un referente universitario europeo, según los rankings internacioanles. Bien es cierto, que las universidades más prestigiosas de EEUU y Latinoamérica también tienen grados de cuatro años. De hecho, "Alemania está dabatiendo la opción de establecer cuatro años de grado", según los rectores.
El sistema de tres años de máster más dos de grado es el que siempre han querido los rectores. Cuando gobernaba Zapatero, solicitaron esta opción porque suponía "flexibilizar la universidad". Sin embargo, ahora, han cambiado de posición.
Equipararnos con Europa supone adaptar la duración de las titulaciones, pero los rectores prefieren esperar dos años. Han pedido que los nuevos grados empiecen a tramitarse en septiembre de 2016, para así, empezar a ofertarlos en el curso 2017-2018.
España, sin evaluaciones
La principal razón que exponen los rectores para aplazar la implementación de este decreto es que España no ha hecho una evaluación de las actuales titulaciones del Plan Bolonia. De hecho, los primeros titulados que siguieron este sistema salieron de las universidades en junio de 2014. Además, muchos centros no han implantado adecuadamente la filosofía del Espacio Europeo de Educación Superior. Por ello, los rectores quieren que con la moratoria se pueda evaluar los posibles efectos del cambio a tres años, así como, su implantación.
Siendo este un año electoral, algunos rectores creen que es probable que si cambia el Gobierno, todo quede en agua de borrajas, y se haga una nueva reforma o se vuelva a al modelo anterior.
Desde que comenzó la democracia ha habido cuatro reformas en ámbito universitario: la Ley General de Educación (1983), la Ley de Reforma de la Universidad ( 1983-2002), la Orgánica de Universidades (2002) y la modificación de esta (2007) porque la universidad debía adaptarse a Bolonia en 2003 (fecha en la que el 80 por ciento de los países firmantes se decantaba por el modelo 3+2).

Consecuencias del 3+2

El vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la Universidad Pontificia de Comillas, Antonio Obregón, indica que "la medida incrementa la inestabilidad en la oferta académica por parte de las universidades". Además, afirma que "con la entrada en vigor de este decreto van a convivir estructuras de títulos de 6+0 (como Medicina), 5+0 (Arquitectura, por ejemplo) o 4+2 (en general, las Ingenierías), entre otras opciones.
El rector de lla Universidad Camilo José Cela, Eduardo Nolla, quien votó el lunes que no a la moratoria de dos años que ha pedido la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas), indicó que no tenía sentido posponer la aplicación del decreto y que él iba a seguir sus planes de implantar grados de tres años, de hecho están preparando el título en Ciencias de la Comunicación, para "volver a lo que era la formación en periodismo a la que se accedía a través de otro título y se accedía a la escuela de periodismo". El rector cree que "retrasar esto durante dos años más, no va a resolver el problema. Nos tenemos que adaptar cuanto antes mejor aunque provoque un desorden de títulos como pasó cuando se pasó de cinco a cuatro años". En España hay 2.361 grados. "Tenemos un sistema hiperespecializado y debemos tender a uno más generalista". Nolla afirma que "la calidad de un grado no depende de la cantidad de años". Para él un grado debe adaptarse a un entorno más inestable y más internacional.
Obregón, también indica que la reforma se inserta en "un sistema muy burocratizado, en el que los trámites para la verificación, seguimiento y acreditación de un título se han multiplicado". Esta medida conduce a las universidades a tener que "incrementar aún más sus recursos (limitados) a la ejecución fatigosa de procesos férreamente sometidos a intervención administrativa".

Zapatero impuso el 4+1 a los rectores

En 2006, el Gobierno de Zapatero impuso, sin debate, el modelo de carreras de cuatro años. El secretario de Estado de Universidades e Investigación, Miguel Ángel Quintanilla, indicó en un pleno del Consejo de Universidades que el modelo no sería sometido ni a votación ni a aprobación del Consejo, ya que era potestad del Gobierno tomar la decisión en cuanto a la duración. En aquel momento, los rectores catalanes fueron los más ardientes defensores de que la duración fuese de tres años. Los argumentos para aprobar el 4+1 eran que con un año más aumentaría el carácter de proximidad con el empleo de los estudios y mejoraría la empleabilidad de quienes culminasen sus estudios. Francisco Michavila, que entonces formaba parte del Consejo de Universidades, asegura que "Guy Haug, considerado uno de los padres en el proceso de creación de Bolonia advirtió del grave peligro que podría tener esta medida por la debilitación que produciría en los másteres. El reconocimiento de un sistema se lo otorgaba los postgrados y que un año de duración sería insatisfactorio".

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