BoA Merrill Lynch redujo su proyección de crecimiento económico para Estados Unidos de 3.3 por ciento a 2.2 por ciento para el primer trimestre de este año.
Explicó que una variedad de indicadores secundarios sugieren que el crecimiento de la Unión Americana será más débil durante el periodo enero-marzo, pero las últimas dos semanas, dos indicadores principales indican que el recorte será aún mayor.
En un análisis detalló que las escasísimas nuevas construcciones de vivienda, sumadas a la rápida caída del gasto en construcción no residencial en enero pasado, le robaron 0.3 puntos porcentuales a proyección de crecimiento para el primer trimestre.
Además, el sorpresivo declive de los bienes de capital subyacentes en febrero restó otros 0.3 puntos porcentuales al trimestre, y otra fuente de debilidad será el sector público, ya que BofAML anticipa que el gasto público reducirá el crecimiento 0.7 puntos porcentuales adicionales.
"Antes de que comenzara el trimestre esperábamos un crecimiento de 3.3 por ciento; ahora estimamos 2.2 por ciento. Este lento comienzo de año nos deja con un crecimiento de 2.6 por ciento para 2011, tras el avance de 2.9 por ciento registrado en 2010", añadió.
Estimó que una verdadera recuperación sólo podría esperarse cuando sanen las heridas subyacentes de la economía estadounidense, aunque durante esta fase de "rehabilitación" se mantendrá vulnerable a los choques, incluyendo un retiro adelantado del estímulo monetario o fiscal.
Por lo tanto, la institución financiera añadió que durante la fase de rehabilitación los inversionistas deberían limitar sus pronósticos de crecimiento robusto.