Aunque en la Laponia finlandesa siempre es Navidad, diciembre es el mejor momento para sentir el espíritu navideño. Además el invierno es la época ideal para viajar a esta tierra lejana, y lanzarnos a la práctica de las actividades que en este tiempo son plenamente posibles: safaris en trineo tirado por huskies, soltar adrenalina conduciendo una moto de nieve, patinar sobre un lago helado, pasear entre renos, tonificar el cuerpo en una sauna de nieve... o extasiarse en la noche con las auroras boreales.
Con niños -o sin niños- la primera visita será ir a La Aldea de Santa Claus (santaclausvillage.info) en Rovaniemi, ya que hay mucho que ver en la residencia oficial del venerable anciano. El lugar está exactamente sobre el Círculo Polar Ártico, esa línea imaginaria a partir de la cual hay al menos un día al año en el que no se pone el sol y otro en el que es noche perpetua. El lugar tiene una granja de renos, un taller de elaboración de regalos y el hogar de los elfos carteros. Su oficina de correos recibe 15 millones de cartas procedentes de todos los países del mundo, y desde allí podremos enviar nuestras felicitaciones navideñas (por correo ordinario) con el matasellos original del Papá Noel. Seguro que a nuestros amigos y familiares les hará más ilusión recibir una tarjeta postal en el buzón que un mensaje por email.
A destacar, en palabras del mismísimo Santa Claus, que: "Aunque lo normal es que los niños pidan juguetes, cada vez más recibo cartas pidiendo paz en el mundo, o que cesen las guerras... o que sus papás encuentren trabajo". Los tiempos están cambiando y se complica la misión para Santa.
Rovaniemi es un buen lugar para salir en busca de las auroras boreales. Las mágicas luces en el cielo se pueden antojar caprichosas pero si el cielo está estrellado, verlas es solo cuestión de paciencia. Cuando las haya visto entenderá el misticismo y las leyendas que las rodean. Cuenta una leyenda lapona que los causantes de las coloridas cortinas de luz son los zorros que rozan sus colas generando chispas en el cielo... que es una explicación mucho más poética que la verdadera causa física. En términos científicos, las auroras boreales son provocadas por partículas con carga eléctrica procedentes del Sol que chocan unas con otras al entrar en la atmósfera terrestre, lo cual provoca emisiones de diversos colores de luz.
En tiempos pasados, la Laponia finlandesa fue objeto de una especie de fiebre del oro, pero en versión nórdica. En la década de 1860 se descubrió oro cerca de donde hoy se encuentra el pueblo de Saariselkä, y gentes de toda Escandinavia llegaron en tropel para cribar las aguas del río Ivalo con la esperanza de hacerse ricos. Ya ha pasado mucho tiempo desde aquella aventura, pero, de alguna manera, la ilusión continua. En la actualidad siguen llegando 'buscadores de oro', que todavía encuentran algunas pepitas en el río, y aunque solo les da para tomarse una cerveza en el bar del pueblo, el hecho de sentirse aventurero es lo que importa. El bar está en Tankavaara, y se trata de un acogedor local con chimenea de leña que todavía acepta el noble metal como moneda de cambio. El bar, con sus pintorescos parroquianos habituales, se encarga de que la fiebre del oro no decaiga y luce un decorado como si de un auténtico saloon del Far West se tratara. Fotos de Wyatt Earp, el famoso sheriff de Arizona; del pistolero Billy el Niño; o del jefe sioux Sitting Bull decoran las paredes de ahumada madera junto a los utensilios propios de los goldpanners.
Existe un museo, Kultamuseo (kultamuseo.fi), que muestra la historia de los buscadores de oro y en el que se puede practicar también el bateo de oro. Puede que en este lugar nos olvidemos de que estamos Finlandia, mejor pensar que estamos en el plató de la mítica película 'La leyenda de la ciudad sin nombre', y que uno de los nuestros es (por lo menos) Lee Marvin o Clint Eastwood. Hay que es estar atento al ambiente por si a alguien, entre vodka y vodka, le da por gritar ¡Gold! ¡Gold!. Entrañable.
Cómo irLa compañía Finnair (finnair.com) tiene varios vuelos diarios entre Madrid -o Barcelona- y Helsinki. La mejor combinación para conocer la Laponia finlandesa es: Ida: Escala en Helsinki para conectar con el vuelo hasta Rovaniemi. Vuelta: Ivalo-Helsinki, y conectar con el vuelo a España.
Más información: visitfinland.com