
El balance de la actividad económica turística a finales de verano es un año más notablemente positivo, con un nuevo récord de llegada de visitantes en los meses estivales, 10,5 millones el pasado julio, y que sumará más de 80 millones en el conjunto de 2017. No obstante, este periodo vacacional ha arrojado varias preocupaciones para el sector de cara a futuras campañas.
La primera de ellas es el posible debilitamiento del factor de seguridad a raíz de los atentados sufridos en la ciudad de Barcelona, que en los últimos años ha aportado entre un 10% y un 15% del incremento de turistas extranjeros. En este sentido los posibles efectos negativos para el flujo de visitantes no se comenzarían a apreciar hasta el mes de octubre, cuando los turoperadores comienzan a reservar paquetes vacacionales para el próximo año. Pero el principal elemento de incertidumbre va aparejado de las incipientes expresiones de turismofobia aparecidas en emblemáticos destinos como Barcelona, Madrid o San Sebastián, motivadas por la masificación del centro urbano y ayudado por la proliferación de pisos de alquiler turístico.
Atraer al 'turista de calidad'
En este sentido, la III edición del Summit Shopping Tourism & Economy que tendrá lugar en Madrid los próximos días 3 y 4 de octubre abordará la coyuntura del sector y tratará de explicar si nos hallamos ante una burbuja. Concretamente, la tercera edición de esta serie de conferencias contará con la participación de importantes empresas a nivel internacional como Iberia, CaixaBank, El Corte Inglés, Samsung, Global Blue, MasterCard y La Zagaleta, entre otros, los cuales concentraran sus esfuerzos en incrementar la captación del número de visitantes y turistas de calidad en España, con especial atención al visitante procedente de Asia, Norteamérica y Latinoamérica y países del Golfo Pérsico.
Oportunidad para España
Sobre este aspecto, desde el comité organizador del congreso del próximo mes han fijado el objetivo de concretar un plan de acción público-privado que posibilite el cambio de modelo hacia un visitante de calidad. Del otro lado, también se tratará de clarificar el coste que tiene para el país de destino la recepción de turistas en términos de consumo de agua, electricidad, gas, limpieza, mobiliario urbano, etc.
La búsqueda de la calidad en este sector se explica por el efecto positivo que tendría en el crecimiento económico y la creación de empleo de calidad, a través de fomentar un consumo de calidad que reporte más ingresos en todos los eslabones de la cadena de valor turística. De hecho, de los turistas procedentes de fuera de Europa con este perfil, el 16% de ellos elige como destino París, seguido de Londres con un 13%, mientras que en Madrid solo llega el 2,3% contra el 2,6% de Barcelona.
En este sentido parece que los empresarios del sector han localizado el perfil de ese 2% de turista de calidad que llega a nuestro país: el visitante chino. De este modo, a España llegaron 374.295 chinos en 2016 que se gastaron de media por persona 2.593 euros (frente a los 602 euros de los franceses, 911 de los británicos y 990 de los alemanes).