En el corazón de Lisboa, junto a la conocida avenida Liberdade, se encuentra el tercer establecimiento que la cadena Vincci Hoteles abre en el país vecino, el Vinci Liberdade. Se trata además de la segunda apertura en la capital portuguesa de la compañía hotelera perteneciente a la familia Calero.
El nuevo hotel, que tiene categoría de cuatro estrellas y 83 habitaciones, toma directamente su nombre de la señorial avenida Liberdade. Es una localización muy interesante para los viajeros, por su proximidad a numerosos puntos de interés turístico en la capital lisboeta, como la Estufa Fría, el Jardín Botánico o el Museo Nacional de Historia Natural. La propia avenida Liberdade es histórica; en ella se puede contemplar el monumento a los caídos en la I Guerra Mundial o el cine neoclásico Tívoli.
El Vincci Liberdade ocupa un edificio de siete plantas, edificado en 1910, con un bonito patio interior. Cuenta con una especial protección por formar parte de una zona que está considerada patrimonio de la ciudad. Es un edificio con una construcción tipo "gaioleiro", característico de su época y que se identifica por el uso de formas diversas en las ventanas y, en general, por una libertad en la forma estética. La cadena hotelera ha querido, con su reconversión a hotel, poner de manifiesto su compromiso en la recuperación de edificios significativos en ciudades europeas.
En el interior, también la decoración se inspira en el diseño de los edificios del entorno. El espíritu de Lisboa se desprende del juego con tres elementos que pueden descubrirse prácticamente en todos los espacios del hotel y que son la madera, el hierro y la piedra. Los tres se muestran en estado natural, como si fuera joyas. Y como puntilla, las notas azules, un guiño al río Tajo, que atraviesa Lisboa.
Entre las habitaciones, amplias y luminosas, llaman la atención dos suites emplazadas en la última planta. El hotel ofrece recepción 24 horas, instalaciones adaptadas a personas con movilidad reducida, servicio de habitaciones y aparcamiento privado.
Por último, la oferta gastronómica se cumplimenta con el restaurante a la carta Agua, cuya carta apuesta por la combinación de sabores mediterráneos y portugueses, con especialidades de la zona, pero sin renunciar a ciertos toques contemporáneos. Como detalle singular, sus postres caseros de estilo francés.
