
La Bodega Matarromera, una de las más prestigiosas de la Ribera del Duero, sigue apostando en firme por el enoturismo. En los últimos meses ha invertido más de un millón de euros en mejoras diversas de sus instalaciones, que van desde la ampliación del parque de barricas hasta las 1.500 unidades, hasta la incorporación de una nueva tolva de recepción de uva y una nueva depalilladora. De la partida mencionada, más de medio millón de euros se han destinado a renovar e incrementar el atractivo de la oferta enoturística.
Las novedades en el diseño enoturístico se han enfocado a perfilar un producto que atraiga a los visitantes que buscan la excelencia. La bodega vallisoletana ha trabajado en la personalización, en la calidad de la información y en la exclusividad como fundamentos para redefinir su propuesta turística.
En cuanto a la personalización, en adelante sólo se admitirán visitas en grupos reducidos -no más de 12 personas-, de modo que sea posible atender más personalmente a cada visitante; respecto a la calidad de la información, se ha prestado atención a la cualificación tanto enológica como turística del personal, que además se ha ampliado en número; y en relación a la exclusividad, se apostará por catas de nivel, donde se degustarán sólo referencias de alta gama, desde el Matarromera Reserva hasta el vino más notable de la bodega, Matarromera Pago de las Solanas.
Los turistas que visiten Matarromera podrán escoger entre dos nuevas experiencias. Una bautizada como 'Excelencia de las viñas del Duero' (2 horas, 25 euros), que incluirá el proceso de elaboración, en detalle, de los grandes vinos que produce la bodega, además del paseo por viñedos del entorno, como Pago de San Román, Pago de las Solanas y Pago de Valdebaniego; y otra, más exclusiva, 'Premium Vinum' (3 horas, 50 euros), donde el equipo de enólogos de Matarromera tomará las riendas de la visita para brindar un conocimiento en profundidad de la bodega, de los pormenores de la vinificación y del proceso que conduce del viñedo a la cata. Ambas visitas prestarán especial atención a la uva Tempranillo y a cómo Matarromera trabaja con esta variedad tan nuestra para destilar su máxima expresión en unos vinos que gozan de general reconocimiento, nacional e internacional.

Con esta iniciativa, invirtiendo tanto en alta tecnología que asegure la calidad de los vinos como en producto turístico, Matarromera reorienta su propuesta cara al público. Carlos Moro, presidente del grupo bodeguero, apunta con claridad el objetivo: "Que quien nos visite en nuestra 'bodega bandera' encuentre motivos suficiente para valorar el excelente trato que damos al viñedo y a sus vinos". Toda una "carrera de fondo", en palabras del bodeguero, empeñado en convertir Matarromera en una de las bodegas "más deseables" de la Ribera del Duero.