La proliferación de las viviendas de alquiler turístico es uno de los "dolores de cabeza" de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur). La agrupación, que acaba de presentar las buenas perspectivas del sector turístico de cara a la temporada de verano, ha aprovechado para reclamar -una vez más- una regulación lo más homogénea posible de esta actividad que compite con la oferta hotelera reglada.
Exceltur pide una normativa que asegure mayor equidad fiscal, desaparición de la economía sumergida, control del tráfico de personas y garantías al turista por parte de este modelo de alojamiento en auge. Los datos oficiales -sólo contabilizando a turistas extranjeros- indican que en lo que llevamos de año el incremento de las pernoctaciones en las viviendas de uso turístico se ha disparado un 17% y en el alojamiento reglado tan sólo han crecido un 0,4%.
"No cuestionamos el alquiler turístico, entre otras razones porque el alquiler turístico de larga estancia es algo que ha funcionado en España de siempre, sino la 'hotelización' de las viviendas apoyada en unas plataformas tecnológicas que antes no existían", puntualiza José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur.
Recientemente Exceltur hizo público un informe en el que cuantificaba en cerca de 800 millones de euros el fraude fiscal del alquiler turístico en España; ahora, la agrupación da una vuelta de tuerca más a ese informe y hace hincapié en los ingresos turísticos adicionales y puestos de trabajo que supondría implantar una verdadera equidad fiscal entre el alquiler turístico y la oferta hotelera reglada. Por equidad fiscal se entiende que se exija el pago del IVA a las viviendas de uso turístico, además del IRPF o impuesto de sociedad en los casos que proceda.
Pues, bien, según dicho cálculo entre 2015 y 2018 España podría alcanzar unos ingresos turísticos adicionales de 7.548 millones de euros, 2.250 millones más que sin aplicar equidad fiscal; asimismo, se podrían generar 39.800 empleos extra, que vendrían a sumarse a los 108.000 que el sector estima crear exclusivamente con la oferta reglada.
La agrupación empresarial advierte que la hotelización de las viviendas turísticas, de no ponerle coto, tendrá un impacto en la sostenibilidad del turismo. Asimismo, la imposición de tasas turísticas y moratorias -como la que acaba de ver luz verde en Barcelona- es vista con creciente preocupación por los empresarios turísticos. Exceltur critica que, en concreto en el caso de Cataluña, la incoherencia de políticas entre la Generalitat, que ve con buenos ojos el alquiler turístico de habitaciones sueltas, y el Ayuntamiento de Barcelona, que impone una moratoria para regular la sobreoferta de plazas. "Nos desconcierta que Cataluña conjugue políticas crípticas, inconexas y contradictorias", acusa el representante de Exceltur.
El caso catalán es objeto aún de mayores críticas. Más que la moratoria en sí, Exceltur rechaza su carácter "retroactivo", que venga a paralizar proyectos ya en curso, por cuanto esto genera "inseguridad jurídica" frente a posibles inversores y una mala imagen de España. "Desvirtúa la seguridad, lo que ha sido siempre la garantía de nuestro modelo turístico", se lamenta Zoreda.