
El turismo rural no ha logrado superar la crisis en 2013. Los alojamientos rurales repartidos por toda la geografía nacional cerraron el año con 6,9 millones de pernoctaciones, un 7,7% menos que en 2012, según los datos que hoy ha divulgado el INE.
A lo largo del año, 2,5 millones de viajeros eligieron destinos rurales en sus viajes generando 5,2 millones de pernoctaciones los viajeros españoles o residentes en España y 1,7 millones los extranjeros. La demanda del turismo rural es fundamentalmente nacional, suponiendo esta clientela el 84,2% de las pernoctaciones. No obstante, ambos mercados registraron variaciones a la baja: las pernoctaciones de los residentes bajaron un 9,5% y las de los no residentes retrocedieron un 1,7%.
Aparte del fuerte componente de demanda nacional, la otra gran característica del turismo rural en España es su estacionalidad. El 65,6% de las pernoctaciones se concentraron en los meses de mayo a octubre.
En cuanto a la estructura de la oferta, los alojamientos de turismo rural ofrecieron en 2013 139.266 plazas de media, un 1,2% menos que el año anterior. El grado de ocupación fue del 13,4%, con un descenso del 6,3%, si bien durante los fines de semana, la ocupación se situó en el 23,6% moderando su descenso a un 0,3%.
Respecto a los destinos, no hay variación en el ranking de años anteriores y Castilla y León se encumbra como la Comunidad Autónoma preferida por los viajeros rurales. Pese a ello, soportó un descenso del 8,6% en las pernoctaciones, que se quedaron en 1,2 millones. A continuación, el segundo destino más demandado fue Cataluña, con casi 735.000 pernoctaciones y una bajada del 14,6%. Asimismo, las Islas Baleares fueron el destino más demandado por los viajeros no residentes y Mallorca la zona turística con más pernoctaciones del país.