
Los turistas españoles se muestran más exigentes con la limpieza en hoteles, restaurantes y chiringuitos que los visitantes extranjeros, de acuerdo con el estudio "Higiene dentro del sector turístico Español 2013", realizado por Kimberly-Clark Professional en más de 300 establecimientos de las principales zonas turísticas de nuestro litoral.
El 68,9% de los encuestados -propietarios de establecimientos- contestó que el cliente español es más riguroso con la higiene, frente al 29,8% que percibe que lo es el extranjero. No obstante, en general los encuestados indicaron que ambos tipos de cliente son cada día más exigentes.
El estudio confirma que la limpieza en este tipo de establecimientos es equiparable o superior a la de sus homólogos de cualquier país europeo. Casi 8 de cada 10 encuestados afirmó que los niveles de higiene de los establecimientos españoles son iguales a otros países y el 30,6% restante consideró que los españoles son más limpios. Según este grupo, muchos países europeos tradicionalmente no han sido "tan limpios, pulcros y cuidadosos como lo son los españoles" y todavía hoy alguno de ellos no está, "ni por asomo", al nivel que los españoles.
Por otra parte, los propietarios están convencidos de que la higiene es un elemento que atrae y fideliza clientes. "La higiene es un factor crítico para el éxito de estos negocios y sus propietarios lo saben" comenta Adriana Di Ippolito, responsable de trade marketing de Kimberly-Clark Professional. El nivel de higiene puede determinar incluso la elección del establecimiento. "Los clientes, españoles o foráneos, son cada vez más exigentes y sensibles con la higiene y se decantan en acudir o no a estos, en función de la calidad de la limpieza que ofrecen, los comentarios en internet sobre la higiene de un hotel o local pueden determinar si una persona asistirá su negocio o irá a otro sitio", corrobora Di Ippolito para concluir que "una mayor higiene contribuye a proyectar una buena imagen turística".
Las zonas críticas de contaminación bacteriana son para el 57% de los encuestados la la cocina, para el 45% los baños y para el 3% los salones y las habitaciones. El estudio confirma que los programas de formación y certificación en salud e higiene asociados a la mejora de la calidad, y la vigilancia por parte de los organismos públicos han tenido un impacto positivo.
En cuanto a los productos de higiene, el estudio confirma la tendencia creciente al uso de materiales de limpieza desechables -paños de usar y tirar frente a los lavables- y la progresiva sustitución de la lejía por otros productos antibacterianos más eficaces.