Temporadas más largas y veranos mucho más calurosos son el "futuro climático" de Cataluña y Baleares, según concluye un informe sobre la evaluación de los efectos del cambio climático en la Eurorregión Pirineos Mediterráneo y su incidencia sobre el sector turístico.
Aunque algunas condiciones se modificarán con el cambio climático, el modelo de turismo de sol y playa tal como lo conocemos parece que tiene su futuro asegurado. Así lo han afirmado en la presentación del citado informe Javier Martín-Vide, catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona, y Elvira Carles, directora de la Fundación Empresa y Clima, entidad que ha cofinanciado la realización del estudio junto con la Eurorregión Pirineos-Mediterránea.
Las distintas proyecciones climáticas indican que la insolación no experimentará variaciones significativas. Las precipitaciones se mantendrán al nivel actual hasta 2020, aunque puede ser que desciendan en 2050 y la velocidad media del viento podría disminuir. Se augura también que los recursos hídricos -especialmente en Cataluña y Baleares- se verán reducidos, sobre todo en torno al año 2050 y que el nivel del mar aumentará ligeramente.
Asistiremos a un aumento considerable de las temperaturas, que generará un escenario de temporadas turísticas más largas, con días con temperaturas lo suficientemente agradables como para realizar actividades al aire libre. A cambio, a medida que se acerque el año 2050, tendremos otras fechas, especialmente en los meses de julio y agosto, donde se registrarán máximas iguales o superiores a los 30ºC, es decir días con una temperatura desagradable por el exceso de calor.
De esta forma, ciudades como Barcelona y Palma de Mallorca disfrutarán de inviernos más suaves, pero perderán confort climático durante el verano. Ya en el año 2020, en Barcelona, el exceso de calor, con temperaturas medias iguales o superiores a los 30 ºC, se registrará durante 10 días, del 24 de julio al 2 de agosto, mientras que en 2050 sería 41 los días con ese pronóstico, entre el 15 de julio y el 24 de agosto. En Palma de Mallorca, donde ya en la actualidad se registran 37 días con exceso de calor, la cifra alcanzará los 45 días en 2020 y los 73 días en 2050.
Estas predicciones se han realizado en base al análisis de 6,4 millones de datos meteorológicos procedentes de 37 observatorios oficiales y han conducido a los autores a trasladar ciertas recomendaciones al sector turístico, entre ellas la de adecuar el calendario turístico al nuevo calendario climático. Asimismo, aconsejan a algunas estaciones de esquí que se planteen reconvertirse en estaciones de montaña, con una oferta turística atractiva en verano, dado que en otro caso no podrán compensar el descenso de pernoctaciones y de ingresos por la disminución de los días fríos.