La caída de la demanda nacional sigue lastrando el negocio del turismo rural. En septiembre, las pernoctaciones en alojamientos rurales de los residentes en España cayeron un 9,8%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El mal comportamiento de la demanda interna -que constituye la principal clientela del turismo rural- no pudo ser contrarrestada con la excelente evolución de la demanda extranjera. Las pernoctaciones de los turistas internacionales crecieron un 20,5% respecto a septiembre del pasado año, hasta superar las 202.000 noches. Esta progresión está permitiendo a la demanda extranjera recortar distancias con el mercado nacional, que en septiembre totalizó 395.000 pernoctaciones en alojamientos rurales.
Sumando demanda interna y exterior, el turismo rural cerró septiembre con un descenso del 1,4% en la cifra de pernoctaciones, que se quedaron por debajo de la barrera de 600.000. Los datos del INE reflejan que la tasa de ocupación fue tan sólo del 13,4% de las plazas, con una caída interanual del 4,7%. Durante los fines de semana, el comportamiento fue igualmente negativo, con un factor de ocupación del 21,1%, lo que se supone una bajada del 12,5% respecto a 2011.
Las Islas Baleares fueron el destino preferido por los turistas rurales, con más de 112.600 pernoctaciones, un 31,2% más que en septiembre de 2011. También fue el archipiélago balear el que registró el mayor grado de ocupación (68,4%) y, por zonas turísticas, Mallorca se alzó como el principal destino, con más de 93.500 pernoctaciones.

Cases de Son Barbassa, en Menorca.
Los precios registraron un descenso anual del 0,8% en septiembre, bajando también la tarifa de fin de semana un 1,4%.