
Una corrala levantada en el año 1900 y situada en la madrileña Costanilla de San Vicente, número 4, en pleno barrio de Malasaña, será rehabilitada y adaptada para el uso de hospedaje.
La iniciativa se enmarca en los planes del Ayuntamiento de Madrid para revitalizar el centro histórico mediante la puesta en valor de edificios deteriorados, pero con valor histórico, favoreciendo la actividad hotelera y turística.
La actual corrala ocupa un edificio con una superficie de 436 metros cuadrados, con 1.375 metros cuadrados construidos, distribuidos entre sus plantas baja, primera y segunda. El inmueble, actualmente deshabitado, se encuentra en buen estado de conservación debido a una serie de rehabilitaciones realizadas en 1966, 1988, 1991 y 1999. Con el cambio de uso planteado de residencial a terciario-hospedaje, las superficies construidas no variarán. Sólo serán necesarias obras de acondicionamiento y de reestructuración puntual que afectarán a la tabiquería interior y a la adaptación del edificio a la normativa en materia de seguridad y accesibilidad.
El inmueble se encuentra en pleno barrio de Malasaña, una zona que tiene cada vez más afluencia turística y en la que, sin embargo, no existe abundancia de oferta hotelera, según apunta el consistorio madrileño.