Antonio González, presidente de la Asociación Mallorquina de Atracciones Turísticas (AMAT), ha manifestado su preocupación por el impacto negativo que el anuncio de una posible huelga en el sector hotelero para el próximo 20 de julio podría suponer.
El responsable de AMAT se suma de esta manera al rechazo que también ha manifestado la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, cuya gerente, Inma de Benito, advertía la pasada semana del efecto negativo que tendrá sobre las reservas de última hora la huelga convocada por los sindicatos UGT y CC.OO en el sector de la hostelería balear.
La amenaza de paro se produce a raíz del fracaso en la negociación del convenio colectivo para el sector hostelero. La Federación Empresarial Hotelera ha calificado de "inadmisibles" las demandas de los sindicatos que, según especifica la patronal exigen una reducción de la jornada laboral a 35 horas, un incremento salarial del 2,9% y un aumento de las vacaciones y los permisos remunerados. Aceptar alguna de estas pretensiones supondría, en opinión de la Federación hotelera, poner en peligro la viabilidad de muchas empresas hoteleras.
En la misma línea, desde AMAT se recuerda que la última temporada de invierno ha sido "la peor de los últimos diez años" y que el sector confía en que el verano permita compensar las pérdidas invernales, algo que la huelga en la hotelería podría poner en serio riesgo. "El impacto de la huelga, incluso de su simple anuncio, será muy negativo y generará los contrario de las mejoras que se reivindican, ya que la bajada de la demanda y de los ingresos tendrá un efecto inmediato en el empleo", argumenta Antonio González.
Agrega que "la incertidumbre que genera entre los viajeros una posible huelga en Baleares puede hacer que los turistas europeos y nacionales desestimen pasar sus vacaciones en las islas y opten por otros destinos del Mediterráneo".
El representante de AMAT considera que en estos momentos de crisis económica la máxima prioridad debería ser hacer todo lo posible para evitar complicar más la situación. Añade que la huelga no sólo afectará negativamente a los trabajadores de las empresas turísticas, sino a los de otros sectores con fuerte dependencia del turismo que sería "víctimas de una decisión tan errónea como negativa".
