El Hotel Huerto del Cura, uno de los más singulares de nuestro país, lo sigue siendo después de cuarenta años de historia, empeño emprendedor, espíritu familiar y también cuatro décadas de ampliaciones y mejoras. Mañana jueves 26 de abril recibirá el Premio Mejor Hotel 2011.
Cuando en marzo de 1972 el ministro de Información y Turismo inauguraba un hotel horizontal en Elche (Alicante), con bungalows entre palmeras y a varios kilómetros de la costa, en un momento en el que el referente nacional era la construcción vertical en primera línea de playa, algunos auguraron una vida breve al proyecto de la familia Orts. El Hotel Huerto del Cura abogaba, de forma visionaria, por el futuro de una hotelería integrada en el paisaje.
Sin embargo, el galardón que este jueves recogerán sus promotores evidencia el acierto. Un éxito que ha sido posible, no obstante gracias a las continuas mejoras implementadas en el transcurso de los años. Actualmente, el hotel ofrece 81 habitaciones en esos bungalows integrados en un auténtico bosque tropical y ha reformado sus estancias con un impecable estilo colonial.
El Premio Mejor Hotel 2011 será entregado por Domènec Biosca, presidente de la Confederación Española de Editores, Escritores y Periodistas de Turismo, en un acto que tendrá lugar a los pies de la Palmera Imperial, emblema de la ciudad, en el Jardín Artístico Huerto del Cura. A continuación tendrá lugar un cóctel elaborado por Jesús Gómez Bedoya, chef del restaurante gastronómico del hotel, Els Capellans, referente de la gastronomía alicantina.
Un hotel con 'Q'
El Hotel Huerto del Cura, que ostenta la marca 'Q' de Calidad, transporta a sus huéspedes a paisajes tropicales. La exuberancia de la vegetación -más de 200 variedades- que envuelve los bungalows es su seña de identidad y se hace presente en cada rincón del complejo, que cuenta asimismo con una piscina que respeta con su contorno la ubicación de las palmeras. Las instalaciones del establecimiento hotelero se completan con una gran sala de eventos en los jardines, varias salas de reuniones en el edificio principal, restaurante gastronómico, sauna, sala de masajes y zona de juegos infantiles.
En los últimos tiempos el hotel ha desarrollado sensiblemente su faceta com escenario de eventos. Para ello dispone de unas cocinas de 800 metros cuadrados y nuevas salas, con capacidad para 1.000 personas, tanto en el edificio principal como en los jardines. Una capacidad que no está reñida con la abundancia de espacios verdes, absolutamente inusual en un hotel urbano.
