El verano de 2011 se perfila como una auténtica temporada alta que podría sellar para el turismo la recuperación de la crisis, anticipada por los buenos resultados en lo que llevamos de año. Los datos del Observatorio de la Industria Hotelera, informe elaborado por la consultora PwC y la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, y presentados hoy, reflejan que los hoteleros apuntan una mejora del 35% en sus expectativas de negocio este verano.
Las razones, como ha explicado el presidente de la CEHAT, Juan Molas, hay que buscarlas no sólo en una coyuntura favorable para España por los conflictos políticos en otros destinos árabes y mediterráneos -como Túnez o Turquía-, sino también, "y lo que es más importante, en una recuperación de las economías de los países europeos." También ha citado como un factor puntual, pero que está favoreciendo al turismo, la disminución estos días del precio del combustible.
Ramón Estalella, secretario general de la CEHAT; Juan Molas; Álvaro Klecker, socio de PwC; y Juan Pérez de Lema, director de PwC, han presentado los nuevos datos del Observatorio.
El presidente de los hoteleros ha asegurado que, aunque en 2010 el turismo inició una cierta recuperación, ello se debió más a incremento del volumen de turistas que a la mejora de la ocupación o de los precios, y que es "en este 2011 cuando hemos empezado a notar una verdadera mejora."
El sector hotelero tiene depositadas sus esperanzas en el turismo extranjero, que hasta el mes de mayo acumula una subida del 7,3%. La gran preocupación se concentra en torno al mercado español, puesto que la crisis continúa haciendo mella en los bolsillos y en los planes vacacionales de los ciudadanos, que están esperando al último momento con la esperanza de encontrar mejores precios. "Hay zonas turísticas donde el mercado español supera el 50% de las ventas, lo que nos conduce a una seria preocupación", apunta Molas.
Pese a todo, el clima de opinión entre los hoteleros es positivo respecto a la mayoría de los indicadores de relieve. En términos de pernoctaciones, el sector se muestra optimista, con un aumento del índice en más de 10 puntos respecto al año pasado hasta alcanzar los 57,5 puntos. No obstante, es la clientela extranjera la que concentra de nuevo las mejores expectativas, dado que el 70% de los hoteleros considera que se incrementarán las pernoctaciones de los turistas extranjeros, frente al 12% que opina que aumentarán las de los españoles. Entre los mercados emisores europeos, Molas subraya el especial buen comportamiento del mercado ruso.
También mejora entre los hoteleros la confianza en una mejora de rentabilidad (57,5 puntos de cara a este verano frente a 26,7 puntos ante el verano pasado). El 30% de los hoteleros piensa que su rentabilidad se incrementará y el 55% que se mantendrá en línea con los resultados de 2010. Ello tiene que ver con ese 64% de los empresarios hoteleros que ha hecho un esfuerzo en la reducción de sus costes, pero también con el 43% que espera un incremento en sus ingresos este verano.
Por zonas turísticas, las mejores previsiones corresponden a Canarias, Costa del Sol, Cataluña y determinados puntos de Baleares y Levante, donde las ocupaciones podrán superar la ocupación media prevista, en torno al 75%.
Tres millones de turistas más
Las buenas perspectivas no se ciñen a la temporada estival. Evaluando el conjunto del año, el presidente de los hoteleros calcula que "podemos incrementar en tres millones el número de turistas respecto a 2010". Ello significaría cerrar el año con un crecimiento del 4% del turismo internacional y poder incrementar entre un 2,3% y un 2,6% el volumen de negocio generado para la industria turística.
"Si estos índices de crecimiento se mantienen en 2012 y 2013 hacia 2014 ó 2015 habremos recuperado la cifra de negocio del año 2007, estimada en 82.300 millones de euros", ha explicado Molas.
Para evitar poner en riesgo una recuperación que al sector turístico le habría costado siete u ocho años, el presidente de la CEHAT ha reclamado que se haga efectivo, "de una vez por todas" un pacto nacional por el turismo y que la reforma laboral flexibilice la contratación en la hostelería. "Hemos de abandonar los convenios sometidos puntualmente a las subidas del IPC y propiciar una normativa que ofrezca una flexibilidad de contratación basada en la ocupación y las ventas, una normativa ad hoc para el sector hostelero", ha remarcado.
Molas ha anticipado que este verano el turismo y la hostelería "rescatarán" alrededor de 60.000 empleos, el doble que el anterior.
