Cerdeña es un secreto en medio del Mediterráneo. Sin embargo, durante el devenir de los siglos, fue una de las islas más invadidas: fenicios, cartagineses, romanos, bizantinos, genoveses... hasta el español Jaime de Aragón fue rey de Cerdeña ¡allá por el siglo XIII!
Hoy en día asombra comprobar cómo perviven en la cultura sarda tradiciones seculares de toda índole: folclore fuertemente arraigado, religión católica con ritos ancestrales, oficios clásicos que perpetúan la laboriosidad artesanal y cocina contundente... de modernismos experimentales.
Playa de la Costa Sulcitana.
Cerdeña es la segunda isla más grande del Mediterráneo, con lo que no es difícil imaginar que existen varias 'cerdeñas': algunos turistas de postín veranean en el norte, en la Costa Esmeralda; los viajeros de a pié, que viajan con mochila y saco de dormir, tienen toda una isla para explorar... Paisajes, pueblos anclados en el tiempo, playas interminables e incluso vestigios arquitectónicos aún por clasificar; y los viajeros que desean unas vacaciones en familia como las de antes, sin ruidos, ni contaminación, tienen La Costiera Sulcitana, para disfrutar de un sosegado descanso.
Tanto es así, que la costa meridional es el lugar elegido por miles de flamencos que aguardan la orden de salida para volar hacia los lagos africanos, que mientras tanto, pueblan las marismas de la inmensa playa de Poetto, junto a la más importante ciudad del sur sardo Cagliari, la capital política, cultural y económica como testimonia su milenario puerto. En verano, Cagliari se convierte en un hormiguero de cruceristas que invaden la vieja ciudad como si de un centro comercial se tratara, ya que es puerto de escala ineludible para los cientos de grandes barcos que procesionan por el Mediterráneo durante los tres meses estivales; pero los cruceristas no tienen tiempo para pasar el día tumbados en la playa ni para descubrir los encantos de sus alrededores.
Flamencos en la Costa Sulcitana.
A pocos kilómetros hacia el oeste de Cagliari se encuentran las interminables playas de arena blanca con mar cristalino, dunas, calas e islotes, como Santa Margherita di Pula; la bahía de Chia, con su torre de vigía sobre la roca; o las ruinas de la antigua ciudad de Nora con la torre del Coltellazzo, construida por los españoles en el siglo IV y la ermita de San Efisio, el venerado patrón de la isla.
El Lantana Resort
Lo cómodo es que nos vengan a recoger al aeropuerto y que nos lleven al hotel, así está previsto por los propietarios del Lantana Resort, fascinante hotel de 4 estrellas situado en Pula, a 30 km. del aeropuerto internacional de Cagliari/Elmas. Y lo cómodo también es alojarse en régimen de 'media pensión' para que Lorenzo Puddu, el chef del hotel, nos sorprenda con sus especialidades gastronómicas a la hora de la cena. Dicho así podría parecer que es un hotel sólo digno de unos pocos privilegiados... pero no, porque el Lantana tiene la gran ventaja de ser un establecimiento absolutamente familiar, donde la Famiglia Gallia -de reconocido prestigio en el arte de la hostelería- lo tiene todo previsto para que nos sintamos como en casa; Los niños son bienvenidos... incluyendo las mascotas que no queremos dejar en un campamento de verano.
En los jardines que rodean la gran piscina, cactus, palmeras, árboles tropicales e infinitas plantas exóticas traídas de otros lugares ensamblan a la perfección con las lantanas... que -por cierto-, y como diría el poeta: "...en la antigua ruta de los fenicios, entre la variopinta flora mediterránea y el azul intenso del mar, florece a los cálidos reflejos del sol la lantana, que entre la exhuberante naturaleza, se destaca".
Dicho queda: lugar a destacar para las unas vacaciones sosegadas y para seguir enriqueciéndonos con nuevas experiencias, al que es fácil llegar porque está a menos de dos horas de España gracias a las compañías aéreas de bajo coste como Ryanair o Easyjet.
El precio, por dos personas, en régimen de media pensión arranca en los 200 euros, pero consultando su página web: www.lantanaresort.it - info@lantanaresort.it, podemos encontrar "offerte speciali" e incluso "offertissima". Déjese mimar.
