
Siguiendo la estela de los EE.UU., la isla paradisiaca de Margarita, en Venezuela, ha comenzado a instalar máquinas captahuellas en sus puntos de entrada. Con la medida espera reducir a la mitad los delitos cometidos en la isla.
La seguridad es un elemento clave para el desarrollo del turismo. En Isla de Margarita lo saben bien, no quieren poner en riesgo a los casi 600.000 turistas que esperan recibir este verano, y por ello han decidido incrementar las medidas de control sobre los recién llegados, tal como ha anunciado la web Primera-Clase.co.
Las nuevas máquinas -de momento se han instalado cinco a modo de prueba- estarán conectadas al sistema de información policial, permitiendo a la policía detectar a los indocumentados, a personas buscadas por los organismos policiales y judiciales o con antecedentes penales. Y el sistema resulta efectivo porque ya dentro de este periodo de prueba se han identificado tres extranjeros indocumentados y seis personas buscadas.
Las autoridades locales esperan que gracias a las máquinas captahuellas se reduzcan en un 50% los delitos en la isla. La medida viene acompañada también de otras actuaciones policiales para intensificar la vigilancia, la venta de alcohol y de drogas.
Superada la fase de prueba, las máquinas serán instadas en los puntos de acceso a la isla, en los puertos de Concorde, PUnta de El Faro, Terminal de ferrys de Punta de Piedras, aeropuerto de Santiago Mariño, y en los muelles de Puerto La Cruz y Chacopata.