El archipiélago portugués de Madeira es un destino de singular atractivo. Dejando a un lado la belleza de sus paisajes de interior, los deportistas y apasionados del mar encontrarán aquí mil y una posibilidades para disfrutar de la costa. Repasemos algunas.
Por su clima, aguas cristalinas y fauna marina, Madeira es un magnífico lugar para practicar submarinismo. Las alternativas son muy diversas, abarcando desde snorkeling hasta inmersiones nocturnas. No es necesario ser un experto, ya que existen cursos para principiantes con excelentes monitores y un programa de submarinismo en distintos lugares de la isla.
Una buena elección para esta práctica es Porto Moniz, que cuenta con unas estupendas piscinas naturales y una playa de arena negra en la zona de Seixal. Por cierto, como curiosidad, hay que apuntar que en esa arena negra crecen las viñas con las uvas más sabrosas de Madeira. Y para el buceo un punto de referencia es la Reserva Garajau, con una gran riqueza biológica.
Madeira es también uno de los mejores lugares para practicar la pesca de altura y deportiva. Existen también empresas especializadas en barcos de pesca que ofrecen salidas de cuatro a ocho horas en alta mar. Sus aguas alcanzan los 1.000 metros de profundidad a sólo cinco minutos de la costa, de modo que es posible encontrar una excelente pesca sin tener que adentrarse demasiado.
Quienes prefieran algo más agitado pueden elegir entre las motos de agua o practicar ski acuático. Asimismo, Madeira es considerada por muchos como uno de los mejores lugares en Europa para el surf. Aquí se llevan a cabo reuniones internacionales y la Copa Mundial ha pasado por esta isla. Las suaves temperaturas permiten practicar este deporte casi durante todo el año.
Otro tanto podemos decir de la vela. De hecho, aquí se llevan a cabo varias pruebas regionales, nacionales e internacionales.