
Será de forma limitada, en grupos reducidos y controlados, pero en cualquier caso la reapertura de las cuevas de Altamira es una magnífica noticia para el turismo de Cantabria. Sus pinturas, conocidas como la "Capilla Sixtina del arte rupestre", tienen una antigüedad de entre 14.000 y 20.000 años.
La decisión ha sido tomada por los miembros del Patronato de la Cueva, encabezados por el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, en una reunión mantenida la pasada semana en la sede del Museo Nacional y Centro de Investigación de Santillana del Mar.
Barack Obama podría ser el primer visitante
Altamira, que permanecía cerrada desde hace ocho años para garantizar su estado de conservación, será objeto de estudio por parte de un grupo de trabajo, que estará integrado por miembros de la Comisión Permanente del Patronato.
Antes de que finalice el año se presentará ante el Pleno una propuesta sobre el régimen de visitas condicionadas. El Patronato decidirá junto con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el programa futuro de visitas dentro de los parámetros microambientales, que nunca se deberán sobrepasar y que deberán ser revisados periódicamente. De este modo, quedará garantizada la conservación de la Cueva y de sus pinturas.
Asimismo, los expertos determinarán el control necesario para un correcto seguimiento sobre cómo afectan las visitas al estado de la Cueva, fijando un régimen de acceso que permita establecer la relación entre el tráfico de visitantes y las variables que inciden en su proceso de deterioro.
El presidente de la Comunidad cántabra ha manifestado su "enorme alegría" por la decisión, enfatizando la necesidad de que las condiciones de apertura cumplan "con todos los requisitos y garantías para un bien excepcional que hay que cuidar y mimar." Además, ha expresado su intención de enviar una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para que sea el primer visitante de Altamira tras su reapertura. Sin duda, que sería un reclamo perfecto para atraer la atención del mundo entero hacia Altamira.