
La consejería de Cultura y Turismo de Castilla y León, que dirige María José Salgueiro, presentó ayer -primero en Madrid y después en Valladolid- los contenidos de su participación en la próxima edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. El certamen, que revolucionará la vida de la localidad mexicana durante nueve jornadas -del 27 de noviembre al 5 de diciembre-, es el acontecimiento más importante en el mercado editorial iberoaméricano.
Organizada por la Universidad de Guadalajara, la FIL recibe cada año 600.000 visitantes y cuenta con la asistencia de 1.900 editoriales de 40 países. Este año coincide con el bicentenario de la Independencia de México y el centenario de la Revolución mexicana.
'Cuna del español'
Tras varios años trabajando en el proyecto -los primeros contactos para ser invitado de honor se remontan a 2007-, el resultado es magnífico. Bajo el lema 'cuna del español' y con el objetivo de rendir homenaje al castellano, la consejería castellanoleonesa ha confeccionado un colosal programa en el destaca la participación de cerca de 60 autores de la tierra, que nacieron o vivieron en Castilla y León. Desde el consolidado Antonio Gamoneda o el reconocido Torrente Ballester a jóvenes valores como Rubén Abella o Alex Grijelmo, pasando por ensayistas y columnistas bien conocidos como Paco Umbral. Y, cómo no, rindiendo homenaje a una figura señera que recientemente nos abandonó, Miguel Delibes.
La Comunidad que más premios Cervantes acumula -seis- llevará a México un completo programa literario, académico y artístico, de artes visuales, cine e incluso una representación de su gastronomía. Habrá un encuentro dedicado al yacimiento de Atapuerca y una exposición -"La fuerza de la palabra"-, organizada por el MUSAC. "El programa ha sido elaborado con ilusión, interés y calidad porque queremos ser unos dignos invitados y estar a la altura de la FIL de Guadalajara", afirmó Salgueiro. La consejera no dudó en calificar a la FIL como uno de los mejores escaparates que Castilla y León puede encontrar en el mundo para mostrar su identidad, haciéndose un destino cultural atractivo a los ojos del mundo.
Pese a la crisis económica, no ha habido recortes en el presupuesto de la participación de Castilla y León en la FIL, que oscilará entre 1,5 y 2 millones de euros. La partida contempla el patrocinio y colaboración de diversas entidades (Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Fundación Gérman Sánchez Ruipérez, Iberdrola, etc.) para la organización de las actividades en programa.
Una participación de altura
El Pabellón de Castilla y León en la FIL dispondrá de 1.711 metros cuadrados y se ubicará a la entrada del recinto ferial. Peculiaridad destacada del Pabellón es que reflejará el espíritu de las plazas mayores de los pueblos, "espacio de reunión y encuentro en Castilla y León" que -según remarcó la consejera- "son valores que queremos sintetizar en nuestro Pabellón."
Asimismo, el Pabellón castellanoleonés servirá para promocionar el turismo y el patrimonio cultural. Se montarán una cajas-cine para la proyección de vídeos promocionales. Los visitantes de la FIL encontrarán además una gran librería, con cerca de 30.000 volúmenes que llevará Castilla y León, buena muestra de la calidad de sus autores. Sin duda, uno de los espacios más visitados será la 'Vinoteca', un espacio que combinará el encuentro de los autores con la promoción de la riqueza vinícola de Castilla y León.
Siendo la gastronomía una seña de identidad clave del patrimonio cultural, tampoco podía dejar de hacerse patente en la FIL la cocina castellana. "Queremos participar en el Festival Gastronómico para presentar las excelencias gastronómicas de nuestra tierra. El conocido cocinero Jesús Ramiro se ocupará de coordinar la participación castellanoleonesa en estas lides de la buena mesa", explicó. Elegido Mejor Profesional de la Restauración Española por la Real Academia Española de Gastronomía, Ramiro acaba de sumar un nuevo Sol de la Guía Repsol al primero que ya ostentaba en su establecimiento vallisoletano.
Con este programa a la vista, Raúl Padilla, presidente de la FIL, reconoció que "Castilla y León cumple cabalmente y con creces su papel de invitada." Para el responsable de la FIL, la participación de la Comunidad Autónoma representa "una ocasión para profundizar en nuestra lengua, que es un patrimonio común, vivo, cambiante y multicolor de los pueblos latinoamericanos."