
Patronal y sindicatos europeos del sector de la hostelería, representados por HOTREC y EFFAT, han firmado en Bruselas un manifiesto en contra de la economía sumergida y la falta de regulación de la economía colaborativa
En una reunión mantenida en la capital belga, durante el Plenario del Dialogo Social, estas dos organizaciones han aprobado este documento donde solicitan a las autoridades que haya una regulación de la economía colaborativa que nivele las reglas de juego y que garantice la competitividad y la competencia de todos los proveedores de servicios del sector turístico.
El encuentro dejó patente la preocupación provocada en el sector turístico por el "rápido y descontrolado" crecimiento de las viviendas particulares para alojamiento y restauración. El CEO de HOTREC , Christian de Barrin, advierte que "las compañías del sector turístico, siendo una gran mayoría micro-empresas, tienen que competir en todos los países soportando muy duras regulaciones para garantizar la salud y la seguridad de los consumidores, así como los derechos y obligaciones de los trabajadores".
Jean-Marc Banquet d'Orx, presidente del grupo de trabajo de diálogo social de HOTREC, añade que el cumplimiento de tanta legislación incrementa en muchas ocasiones el precio del servicio, pero asegura un entorno más seguro para los trabajadores y unas condiciones más justas de empleo.
Ambas declaraciones dejan claro el posicionamiento de patronal y sindicatos hostleros.
"Las empresas del sector regulado de hostelería tienen que cumplir legislación laboral incluida dentro de convenios colectivos para asegurar que cualquier trabajador del sector está protegido por todo tipo de derechos y obligaciones", declara también Harald Wiedenhofer, secretario general de EFFAT (Federación europea de sindicatos de Alimentación, Agricultura y Turismo).
Wiedenhofer expresa y subraya el temor de que el incremento de la oferta de los servicios de alojamiento de la economía colaborativa ofrecida como una actividad económica real provoque un descenso del empleo regular. En paralelo, se extenderán los "empleos informales", extendiendo el trabajo sumergido y precario y, por tanto, la "competencia desleal".
La hostelería europea reclama que las autoridades de los diferentes países comprendan que el fenómeno no es nuevo y sean conscientes de que puede tener "graves impactos negativos en los residentes, en la recaudación pública y en las garantías de los consumidores si no se regula como una verdadera actividad económica".
Menos burocracia
La patronal hotelera española, la CEHAT, exige desde hace tiempo una disminución de las obligaciones legales que soportan los establecimientos reglados argumentando que se dan en muchos casos "duplicidades y exigencias absurdas". Ello no impide que al tiempo reclamen una regulación del resto de actividades, en sus palabras, para "atenuar los daños al modelo turístico español". Su razonamiento se apoya en la idea de "que todos puedan optar a entrar en el sector turístico aportando seguridad, calidad y transparencia", según afirmó Ramón Estalella, Presidente del Grupo de trabajo sobre economía colaborativa de HOTREC y secretario general de la CEHAT.
Para Emilio Gallego, su homólogo en la Federación Española de Hostelería (FEHR), este tipo de actividades "suponen una clara competencia desleal para los empresarios que cumplen con sus obligaciones administrativas y con responsabilidad con el entorno". Gallego agrega que esto acarrea también una completa opacidad a efectos de la seguridad que ofrecen los alojamientos ilegales, "a cuidar especialmente en el contexto actual".