
El Gobierno de las Islas Baleares ha presentado hoy el borrador del "Impuesto del Turismo Sostenible", denominación para la conocida más popularmente como "ecotasa". Siguiendo los pasos de Cataluña, Baleares será la segunda Comunidad Autónoma en aplicar una tasa al turismo en su territorio.
El "Impuesto del Turismo Sostenible" de las Islas Baleares será un gravamen directo. Se cobrará a todas las personas físicas mayores de 14 años -turistas y residentes- que se alojen en hoteles del archipiélago, así como en viviendas que se comercialicen como alojamientos turísticos y también en cruceros que hagan escala en sus puertos. El coste oscilará entre 0,25 y 2 euros.
La presidenta de las Islas Baleares, Francina Armengol, el vicepresidente y conseller de Innovación, Investigación y Turismo, Biel Barceló, y la consellera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, han detallado en rueda de prensa el borrador del nuevo impuesto que podría entrar en vigor en el segundo trimestre de 2016.

La presidenta de Baleares ha expuesto los detalles del borrador del impuesto.
Más caro en temporada
Con respecto a la cuota tributaria, el impuesto distinguirá entre temporada alta y baja: durante la temporada baja la cuota tributaria será un 50% menor, "para favorecer la prolongación de la temporada", según el Govern. También se distinguirá entre categorías: los turistas que se alojen en hoteles y apartamentos de mayor categoría pagarán más.
La cuota oscilará entre un mínimo de 25 céntimos (albergues, refugios, hostales o pensiones, en temporada baja) y un máximo de 2 euros (hoteles de 5 estrellas o apartamentos turísticos de 4 llaves en temporada alta).
En hoteles de 4 estrellas y 3 estrellas superior se cobrará 1,5 euros en temporada alta y 75 céntimos en temporada baja; y en hoteles de 3 estrellas e inferiores se cobrará 1 euro en temporada alta y 50 céntimos en temporada baja.
Entre 50 y 80 millones de recaudación
La recaudación del nuevo impuesto se destinará a la financiación, total o parcial, de inversiones autonómicas para la protección o recuperación del medio ambiente, desarrollo de infraestructuras relacionadas con el turismo sostenible, recuperación del patrimonio, mejora de la calidad y competitividad del sector turístico, etc.
Armengol ha destacado que "se necesitan recursos para invertir en el destino y conseguir una mayor sostenibilidad y calidad del producto". Por otra parte, la presidenta balear ha anunciado la apertura de un periodo de debate sobre el nuevo impuesto. "El Govern es consciente de que el turismo es el principal motor de nuestra economía y por este motivo queremos que el borrador que presentamos hoy sea objeto de debate por parte del sector y la sociedad en general", ha argumentado.
El Govern prevé recaudar entre 50 y 80 millones de euros con el nuevo impuesto. Baleares, al igual que el resto de los destinos turísticos, están atravesando una excelente coyuntura turística en 2015. Sólo teniendo en cuenta el turismo extranjero, entre enero y agosto, Baleares recibió 8,7 millones de turistas, un 3,1% más que en el mismo periodo del año anterior.
Por su parte, el vicepresidente Barceló ha recordado que ya hay tributos parecidos "en muchos lugares del mundo" y ha añadido que el Impuesto del Turismo Sostenible parte de la concepción de que los visitantes deben colaborar en el mantenimiento de las infraestructuras. "Las personas que nos visitan nos ayudarán a preservar este paraíso que es nuestro archipiélago, lo que contribuirá a que valoren todavía más su experiencia turística", ha rematado.
No es la primera vez que el Govern aprueba un gravamen al turismo; en 2002 ya hubo una primera tentativa de gravar las estancias turísticas, bajo el Gobierno de Francesc Antich.