El Ayuntamiento de Madrid se plantea la implantación de una tasa turística en la capital, según el anuncio del concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato, al término de la primera Comisión ordinaria de esta área. La nueva tasa -cuya cuantía se desconoce- podría ser incluida en los presupuestos municipales de 2016, si bien Sánchez Mato ha matizado que "nada está decidido todavía".
Globo sonda o anuncio de lo que se avecina, la posibilidad de que Madrid implante un gravamen de este tipo, aprovechando el tirón del turismo en la capital, permitiría recaudar un cuantioso fondo. En 2014 la Ciudad de Madrid recibió 8,3 millones de turistas -alojados en hoteles-, un 11,1% más que el año anterior, registrando su récord histórico. Además, el equipo de la alcaldesa Manuela Carmena proyecta otra tasa adicional, aplicada a los cajeros automáticos en la calle.
(Fotografía: Madrid Visitors Convention Bureau).
Con la aprobación de ambas tasas, Madrid seguiría el modelo de Barcelona, donde estas dos medidas llevan más de dos años en vigor. Donde el ayuntamiento madrileño rechaza de plano imitar a la Ciudad Condal es en el tema de la moratoria turística, descartada por la propia regidora madrileña la pasada semana. Otros destinos que han apostado por aplicar tasas turísticas son Roma o EE.UU. Generalmente la justificación de los gravámenes es la de recaudar fondos para financiar la promoción de los destinos o reinvertir en la mejora de las infraestructuras turísticas, siendo los propios turistas los que contribuyan a ello.
El sector hotelero madrileño se ha visto sorprendido por la noticia, mostrándose en principio reacios. Antonio Gil, presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM), ha solicitado una reunión urgente con la alcaldesa y con los responsables de las Concejalías de Economía y Hacienda, y Cultura -de la que dependen las competencias en Turismo- para abordar la conveniencia de una tasa turística en Madrid.
Los hoteleros, al igual que Ciudadanos y el PP, temen que la medida dañe la buena marcha del turismo, uno de los motores económicos de la capital. No obstante, cabe conjeturar que quizás se mostrarían abiertos al diálogo si la tasa revierte directamente en más recursos para la promoción turística, una demanda largamente solicitada desde el sector empresarial.
