La patronal hotelera se ha sumado a los sectores en "guerra" contra la mal llamada "economía colaborativa", cuando bajo esta denominación se ampara el alquiler turístico ilegal. Los hoteleros han lanzado un Manifiesto con 12 puntos a través de los cuales muestran su preocupación por el incremento de la economía sumergida y la actividad económica ilegal en el sector turístico. Un argumentario con el que pretenden advertir a la opinión pública y al Gobierno del perjuicio que la proliferación de esta oferta turística "fraudulenta" comporta para la calidad y la seguridad del turismo, para el empleo en el sector, así como para la imagen de España como destino turístico.
"No pretendemos impedir el alquiler de viviendas turísticas, que siempre ha existido, pero sí denunciar la actual falta de regulación que está generando graves problemas", ha insistido Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) en la presentación de este 'Manifiesto de la hotelería y el sector de alojamiento reglado, contra la economía sumergida y la actividad turística ilegal'.
Entre esos problemas, los hoteleros aluden a la falta de seguridad por la existencia de un tráfico importante de personas sin control (no rellenan la ficha de policía obligatoria en el alojamiento reglado), al aumento del trabajo ilegal, a la violación de los derechos de los consumidores, a los conflictos de convivencia en las comunidades de vecinos y, en último término, a la degradación de la imagen y el futuro de los destinos turísticos. "No todo vale para llegar a los 60 millones de turistas", clama Molas.
Joan Molas y los representantes de las asociaciones sectoriales del alojamiento en la presentación del Manifiesto.
La patronal hotelera reitera que no se trata de prohibir el alquiler de viviendas turísticas, sino de que todos los actores del mercado compitan con las mismas reglas de juego. "La hostelería debe cumplir multitud de normativas de las diferentes Administraciones Públicas", recuerda el presidente de los hoteleros. Una hiperregulación, que encarece el producto final, pero cuyo objetivo es garantizar la seguridad a los clientes en muy diversos ámbitos (seguridad alimentaria, higiene, ruidos, incendios, piscinas...).
En este sentido, el sector hotelero critica la incongruencia de que conviva un mercado fuertemente regulado con otro absolutamente liberalizado. "Que no se apliquen distintas varas de medir", insiste su presidente.
¿Quién está detrás?
El crecimiento exponencial de las viviendas de alquiler turístico tiene su apoyo en Internet, cuyo desarrollo ha permitido que miles de ellas se ofrezcan a un número ilimitado de clientes por medio de unas plataformas que están cobrando un "indudable protagonismo" en la contratación de vacaciones... aunque no cuenten con las licencias requeridas para actuar como agencias de viajes. Los hoteleros advierten que estas plataformas de Internet se intentan justificar con el concepto de 'economía colaborativa' o P2P, pero en realidad lo que hacen es obtener importantes beneficios al cobrar comisiones tanto al propietario de la vivienda como al usuario que alquila, sacando así partido de un vacío legal.
El problema ha cobrado unas dimensiones importantes y va mucho más allá del particular que alquila bajo cuerda su vivienda. Datos de la asociación Live in Spain, divulgados por la patronal hotelera, apuntan que la compra de viviendas en alquiler por parte de personas jurídicas se ha incrementado más de un 400% en los últimos cinco años. Así, el 22% del total de las compras de viviendas estarían explotadas por empresas. Los hoteleros citan expresamente a la inversión de fondos de capital riesgos que están aportando a las plataformas en Internet la fortaleza necesaria para seguir creciendo.
El presidente de la CEHAT exige una reflexión por parte de la Secretaría de Estado de Turismo y del Ministerio del ramo porque, si bien muchas competencias en materia de turismo dependen de las Comunidades Autónomas, éste no es el caso de la seguridad ni de Hacienda. "Estamos ante un auténtico fraude fiscal", exigiendo a renglón seguido que el Gobierno controle lo que facturan estas empresas y que pagan los correspondientes impuestos.
Molas recuerda que el sector del alojamiento está remontando todavía la crisis, que lo ha hecho a costa de ofrecer unos precios más bajos en 2013 que en 2008, esto es, soportando "una caída drástica de la rentabilidad" para mantener la planta alojativa y el empleo. Señala los 268.000 empleos que dependen directamente del sector y la contribución al PIB con una producción de 113.000 millones de euros. Y en este hilo argumental declara no entender esa "cierta actitud de connivencia" que la Administración ha demostrado con una oferta alegal frente a los perjuicios ocasionados "a quienes sí cumplen con las leyes".
Una Ley homogénea
El Manifiesto presentado por la patronal del alojamiento turístico reglado aboga por que el Gobierno apruebe "lo antes posible" una Ley homogénea, que se pueda aplicar en todas las regiones de España y acabe con la economía sumergida en el alquiler turístico. En síntesis: reglas de juego claras, unidad de mercado y cumplimiento de las reglas de competencia. "Nos jugamos el prestigio, miles de puestos de trabajo y el porvenir de una industria que aporta buena parte del bienes económico y social en España", concluye el presidente de los hoteleros.