
Las bicicletas eléctricas son una de las últimas tendencias en el mercado ciclista. Surgieron hace unos años y los grandes fabricantes han ido incorporando gamas cada vez más amplis, y casi la totalidad de las primeras marcas del sector cuentan en su oferta con modelos de transmisión eléctrica. Y España no se queda atrás, y verá como en 2018 se consolida el auge de este tipo de bicicletas.
El segmento de montaña será el que más note esta tendencia, ya que más de un tercio de los ciclistas se plantea vender su actual bicicleta para hacerse con una eléctrica. Así se refleja en una encuesta elaborada por Tuvalum.com, empresa especializada en compraventa de bicicletas de segunda mano, que ha consultado a 2.134 ciclistas de toda España.
El 40% de los encuestados declara que se plantearía la opción de sustituir su bicicleta actual por una eléctrica si el dinero no fuera un problema. Y casi un 25% afirma que se planteará hacerlo a lo largo de este año. Este porcentaje es mayor entre los ciclistas de montaña (33,8%) que entre los cicloturistas (17,2%).
"Las bicicletas eléctricas han venido para quedarse", señala Alejandro Pons, CEO de Tuvalum.com: "Hasta hace poco resultaban muy toscas, pesadas y no eran tan maniobrables como una bicicleta convencional, pero los modelos que han lanzado las marcas en las últimas dos temporadas tienen motores y baterías más integrados en el diseño. Incluso en el mercado de segunda mano empieza a notarse un alto interés tanto en la demanda como en la oferta de bicicletas eléctricas".
¿Por qué comprar una e-bike?
Las razones para plantearse la compra de una bicicleta eléctrica en 2018 son diferentes tanto por segmento de deporte como por franja de edad. Así, para los ciclistas de montaña la principal razón es la posibilidad de realizar rutas más largas con desniveles más pronunciados (57%), mientras que para los cicloturistas la primera razón es la comodidad de evitar excesivos esfuerzos físicos (32%).
Cabe señalar que, si en el segmento de MTB los motivos para decantarse por una bicicleta son similares en casi todas las franjas de edad, entre los cicloturistas sí se observan grandes variaciones. Sólo un 2,6% de quienes practican ciclismo en ruta menores de 30 años se plantearía la compra de una e-bike. Este porcentaje asciende al 18,3% entre los mayores de 40 y se sitúa en el 65% entre los mayores de 50 años, quienes tienen ya decidido que su próxima bicicleta será eléctrica.