
El Gobierno de Filipinas ordenó hoy a la empresa estadounidense Uber suspender sus operaciones durante un mes en el país como castigo por haber desobedecido la orden de no acreditar a nuevos conductores.
La compañía de transporte, que goza de una fuerte presencia en el país asiático, deberá "cesar las operaciones de su aplicación" por un mes desde hoy, informó la Junta de Regulación y Franquicias de Transporte Terrestre (LTFRB por sus siglas en inglés) en un comunicado.
La sanción se impone después de que el organismo estatal ordenara a Uber, el 26 de junio pasado, que no inscribiera más conductores mientras regulariza el sector del transporte privado de pasajeros, un negocio creciente en un país donde el transporte público es precario.
De los aproximadamente 120.000 vehículos de transporte privado (principalmente de las empresas Uber y Grab) que circulan en Filipinas, se estima que apenas 7.000 cuentan con las licencias correspondientes.
La decisión del organismo estatal ha generado un fuerte revuelo en las redes sociales del país, donde numerosos usuarios han expresado sus quejas al considerar que la medida podría causar una saturación de los servicios de taxi y los competidores de Uber.