
A través del Ministerio de Fomento ha llegado el primer gran acuerdo de esta legislatura entre el Gobierno de Mariano Rajoy con el de Iñigo Urkullu: las autoridades vascas han conseguido que Madrid acepte que el acceso del Tren de Alta Velocidad a las ciudades de Bilbao y Vitoria sea soterrado y que su llegada a San Sebastián se amolde a los planes del Ayuntamiento donostiarra. A cambio, Madrid no financiará en solitario las obras, las administraciones vascas tendrán que aportar una parte.
Por el momento, ninguna de las Administraciones ha querido poner cifra a lo que supondrán estas obras de gran envergadura, únicamente explican que han pactado las grandes líneas de los proyectos constructivos (rutas de accesos, soterramientos, diseño básico de las estructuras de las estaciones, su intermodalidad, etc.) y a partir de ahora, en lo que resta de 2017, se tendrán que hacer los proyectos en detalle, que serán los que clarifiquen el coste final.
El ministro Íñigo de la Serna señaló tras cerrar el acuerdo que se da "un paso de gigante" para que la alta velocidad llegue al País Vasco, lo que la consejera Arantxa Tapia acompañó señalando que "por fin parece que se avanza a alta velocidad" en la ejecución del AVE vasco, que lleva ya muchos años de retraso.
Por ello, de cara a 2017, este acuerdo no implica un gran desembolso para el Ministerio de Fomento, por lo que su impacto en los Presupuestos Generales del Estado para este año no será significativo, pero sí habrá de contemplar una partida para estas cuestiones.
Eso significa que, de cara a la negociación presupuestaria, ya hay un tema que le interesa especialmente al PNV que salga adelante. Lógicamente, la materialización vía acuerdo en firme del deshielo institucional entre Vitoria y Madrid ayudará a que se genere un contexto más favorable para el acercamiento de posturas entre PNV y PP, con vistas a los Presupuestos de Mariano Rajoy y también de cara a los Presupuestos del Gobierno vasco, que asimismo necesita apoyos.
Plusvalías urbanísticas
Para el desarrollo de la llegada del AVE a las tres capitales vascas se va a reeditar un acuerdo similar al que se hizo con la revitalización de la ciudad de Bilbao, que logró transformar radicalmente la ciudad.
Esto implica que para financiar las obras lo primero que se contempla es el aprovechamiento urbanístico de los espacios que queden libres y las plusvalías que se obtengan irán a financiar las obra ferroviarias. A continuación, como por esta vía no se espera que se pueda lograr el cien por cien de los recursos necesarios, serán todas las instituciones implicadas las que financiarán las obras solidariamente con cargo a sus presupuestos: Ministerio de Fomento, Gobierno vasco y los Ayuntamientos de Bilbao, San Sebastián y Vitoria.
En el caso de Bilbao, el acuerdo para la nueva estación de Abando, contempla su soterramiento y estructura en dos niveles, que permitirá su intermodalidad con el resto de líneas ferroviarias de cercanías. La desaparición de la estación actual y sus vías liberará en el centro de la ciudad más de 90.000 metros cuadrados de suelo urbano.
Para Vitoria, el AVE entrará por Salburua y la nueva estación ferroviaria estará a la altura de la calle Dato. Finalmente, en San Sebastián, se integrará una estación intermodal con el nuevo entorno del edificio de Tabacalera.
Recursos judiciales, tren y Concierto
El nuevo clima de la legislatura sin la mayoría absoluta, está llevando al equipo de Mariano Rajoy a hacer un claro de acercamiento a los nacionalistas vascos. Para el PNV, las premisas para cualquier negociación eran terminar con la avalancha de recursos judiciales contra las normativas vascas; acelerar el Tren de Alta Velocidad y llegar a un acuerdo sobre Concierto Económico y Cupo. A día de hoy, algunos recursos se han retirado; se ha acelerado el AVE y se negocia el cupo.