Economía

Euskadi pide a Madrid que concrete su buena voluntad y acelere el AVE

  • Tapia calcula que con los retrasos el tren no circulará antes de 2023

Al Gobierno vasco se le acaba la paciencia. Quiere compromisos concretos por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, para convertir en "hechos" las "buenas palabras" del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que se comprometió a acelerar las obras del tren de alta velocidad en Euskadi, conocido como 'Y vasca'.

Así, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, en una entrevista a Euskadi Irratia, remarcó ayer que "ahora toca saber de verdad cuándo se van a poner en marcha esos proyectos, y eso demostrará si el Estado tiene verdadera voluntad para que la Y vasca sea una realidad o no".

A pesar de que en la pasada legislatura el Ministerio de Fomento fijó como plazo para finalizar la obra civil el ejercicio 2019, ese calendario es a todas luces imposible. Con los nuevos retrasos oficiales, la fecha más realista para ver circulando esos trenes, según la propia Arantxa Tapia, "será a partir de 2023, y me gustaría no acertar y que fuera antes".

La situación real es que Euskadi está en los puestos de cola en materia de Alta Velocidad Ferroviaria, a pesar de que las obras de construcción de la denominada Y vasca comenzaron hace ya diez años, allá por 2007. Inicialmente estaba previsto que los trenes veloces llegasen a Euskadi en 2013, pero la situación actual hace que vayan a llegar con diez años de retraso, en 2023.

Nuevas relaciones PNV-PP

En el nuevo marco de relaciones entre PNV y PP, en el que Mariano Rajoy necesita el apoyo de los nacionalistas para sacar adelante sus Cuentas, el avance del AVE vasco se ha colocado como una de las piedras angulares para posibilitar el acuerdo presupuestario. Así en los últimos meses se han sucedido las reuniones entre sus respectivos Ejecutivos.

Estos encuentros los inauguraron el ministro Cristóbal Montoro y el consejero vasco Pedro Azpiazu, el 5 de diciembre, para seguirlos el 22 de diciembre el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna y la consejera vasca Arantxa Tapia. En esta segunda reunión, se logró el compromiso político para desbloquear la paralización de las obras del AVE vasco y se habló sobre las bases de un nuevo acuerdo -técnico y financiero- para la Y vasca, cuya concreción se producirá en las negociaciones entre PP y PNV.

En base a esto, el Consejo de Ministros aprobó a cierre de 2016 anular cuatro adjudicaciones de obras, por valor de 204 millones, en el denominado nudo de Bergara (Guipúzcoa), que permanecían paradas desde hacía más de un año, para acelerar todos los trámites. El Gobierno vasco pide asumir la ejecución de estos trabajos en el tramo guipuzcoano.

Presupuestos y encomienda

Además, se atisba un nuevo acuerdo de "encomienda de gestión" para la construcción del AVE vasco y una posible asunción de gasto propio por parte de las Instituciones vascas, para asegurarse no sólo que se aceleren las obras, sino que se garantice que la llegada del tren a Bilbao y Vitoria será soterrada. A pesar de que De la Serna, inicialmente, en su reunión con Arantxa Tapia, descartó nuevas encomiendas de gestión, lo cierto es que ese es uno de los puntos fundamentales de la negociación entre PNV y PP, en relación a la Y vasca.

No es la primera vez que la Y vasca requiere de los Presupuestos Generales del Estado para poder avanzar. Ya ocurrió en 2005, con motivo de las Cuentas para 2006, en que el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero necesitó el apoyo del PNV y accedió a comprometerse con el AVE vasco. La citada obra civil se presupuestó en 4.178 millones (sin incluir el coste de los accesos a capitales, ni equipamiento de vías, ni de trenes) a sufragar íntegramente por el Ministerio de Fomento, al ser competencia exclusiva del Estado.

La gran novedad de aquel acuerdo fue la encomienda de gestión, por la cual Fomento encargaba al Gobierno vasco la ejecución de las obras del tramo guipuzcoano (por 1.642 millones de euros) mientras que Adif ejecuta los tramos vizcaíno y alavés.

Esto permitía acelerar los trabajos, y después el gasto incurrido por el Gobierno vasco se compensaría vía cupo (descontándolo de la cantidad que el País Vasco abona cada año al Estado, en virtud del Concierto Económico y Ley de Cupo).

Coste del acceso a las capitales

La crisis económica y los recortes presupuestarios afectaron claramente a la Y vasca, retrasando las obras y las adjudicaciones. Además, Fomento ya no quería practicar el acceso subterráneo del tren a las capitales, por su alto coste. Pero la necesidad que tiene Rajoy de apoyos en el Congreso ha hecho que el ministro de Fomento esté dispuesto a estudiar conjuntamente con el Gobierno vasco diversas alternativas para que el acceso del AVE a las ciudades de Vitoria y Bilbao sea soterrado.

De la Serna acordó con Tapia negociar aspectos técnicos y "en el plano económico". Al parecer, el ministro plantea que las Instituciones vascas asuman, como gasto propio, parte del coste de introducir el tren en Bilbao y Vitoria soterrado.

En principio, parece que las Administraciones vascas no rechazan de plano esta propuesta, incluso el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, llegó a manifestar su disposición a asumir parte de ese coste, en pro de un desarrollo urbanístico más beneficioso para la ciudad.

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