Iberia coge aire en su mítica ruta Madrid-Barcelona. La otrora joya de la corona de la aerolínea de bandera ha acelerado su recuperación en los dos últimos años a pesar de la fuerte competencia del AVE, el bajo coste y el desafío independentista, que ha frenado muchas inversiones y negocios en la región catalana.
Según los datos publicados por Aena, el tráfico de pasajeros de la línea, que incluye el famoso puente aéreo, ha crecido un 11% en los nueve primeros meses del año con respecto al mismo periodo del año anterior. Estas cifras, que implican que Iberia va a superar con creces el millón de viajeros entre Madrid y la Ciudad Condal, muestran que la recuperación de la ruta se ha acelerado frente a 2015, el primer año que registró un comportamiento positivo tras varios años de caídas: subió un 7,9% en el año.
Así, el ritmo de crecimiento registrado por la aerolínea que preside Luis Gallego en su puente aéreo casi triplica el alza acumulado por AVE en la misma ruta en lo que va de año: mejora un 3,8% hasta los 2,85 millones de pasajeros (el dato incluye los billetes de ida y vuelta, que pueden corresponder a la misma persona o a distintas, igual que en el caso de Iberia).
Es la primera vez desde 2011 que Iberia evoluciona mejor que la alta velocidad en el corredor Madrid-Barcelona. Según las estadísticas de Aena, Renfe y el Ministerio de Fomento, en 2010 los pasajeros del AVE cayeron por primera vez desde su puesta en funcionamiento frente al fuerte alza del 10% registrado por Iberia debido a los ajustes de precios y oferta que había realizado la compañía y por las elevadas tarifas del AVE.
Un respiro que duró poco tiempo, ya que en 2013 Renfe aprobó una fuerte rebaja de los billetes que hundió el tráfico de pasajeros de Iberia un 19,5% hasta los 1,07 millones de viajeros, mientras que el AVE rompió por primera vez la barrera de los 3 millones de pasajeros tras crecer el 16%.
Con esta medida, Renfe se hizo con el 58,6% de la cuota de mercado de la ruta. En 2014, antes de empezar la senda de la recuperación y en plena crisis económica, el llamado puente aéreo de Iberia tocó un mínimo histórico al transportar apenas 992.067 viajeros entre la capital de España y la Ciudad Condal. En ese mismo ejercicio, el AVE sumó 3,4 millones de pasajeros entre Atocha y Sants tras registrar un alza del 14%, según los datos proporcionados por el operador estatal.
Iberia frena la sangría
La llegada de la alta velocidad y el boom de las aerolíneas low cost supusieron un duro golpe para Iberia, que tardó varios años en reaccionar. No en vano, en 2007, antes de la puesta en marcha del AVE a Barcelona, el puente aéreo de la compañía transportaba algo más de 4 millones de pasajeros, cifra que se desplomó a los 1,54 millones en apenas doce meses.
Tras la recuperación de la ruta existe un fuerte proceso de transformación que todavía no ha concluido. En un primer estadio, Iberia ha conseguido ajustar los precios de la línea gracias a la reducción de los costes operativos de la compañía (aprobó un ERE, bajó salarios, optimizó procesos, reestructuró de la cúpula). A su vez, los vuelos de conexión desde Barcelona y los billetes punto a punto con reserva se operan con los aviones y la estructura destinada al puente aéreo (misma puerta de embarque y horarios), lo que ayuda a que los aviones no vayan medio llenos.
A su vez, se han reducido las frecuencias: en la época dorada del puente aéreo llegó a haber vuelos cada 15 minutos. Actualmente hay vuelos cada hora y media por las mañanas y por la tarde-noche (opera 16 frecuencias diarias).
A pesar de la recuperación del puente aéreo, que ya anunció Luis Gallego, presidente de Iberia, durante la inauguración de los vuelos a Shanghai (China), la ruta sigue siendo "deficitaria" por lo que la compañía lleva más de un año trabajando en una nueva versión que le permita volver a ganar a dinero y que previsiblemente estará lista en verano de 2017.
La compañía todavía no ha dado detalles sobre cómo será el nuevo puente aéreo, pero fuentes cercanas a Iberia aseguran que la firma ha estado negociando con Vueling la creación de una sociedad conjunta para operar esta ruta. Con esta fórmula, Iberia -que duplica en número de conexiones a Vueling- cedería parte de sus vuelos a la low cost y ambas compartirían ingresos y costes. A su vez, también se ha barajado que la compañía elimine o restrinja la opción del billete abierto. En este sentido, Iberia sólo ha confirmado que su intención es reforzar la ruta para plantar cara al AVE por lo que mantendrá la zona de embarque y las frecuencias.
Iberia tiene casi la mitad del mercado aéreo entre Barajas y El Prat, donde compite con Vueling y Air Europa, que apenas tiene dos frecuencias al día. Según los datos de Aena, en los nueve primeros meses del año 1,73 millones de pasajeros se movieron entre Madrid y Barcelona, un 4% más que en el mismo periodo del año pasado. Sólo Iberia transportó a 881.000 de estos pasajeros.