Todo paralizado hasta nuevo aviso. Este ha sido el mensaje del Gobierno en los últimos días antes de que comience el proceso electoral en Europa. Según explican fuentes solventes del Ejecutivo a este periódico, Moncloa ha dado orden de suspender cualquier tipo de decisión relacionada con los procesos de liberalización que en estos momentos están abiertos.
Ello afecta de lleno al plan de privatización del 60% del capital de Aena, que lleva de por sí dormido bastantes meses, y el anuncio de liberalización de algunos tramos de alta velocidad ferroviaria, que se espera para antes de que finalice el primer semestre.
Por tanto, la entrada de operadores privados en alguna ruta del tren (el Gobierno tiene prácticamente decidido que las primeras que liberalizará serán las del Levante) tendría que esperar a que se desarrollaran los comicios, previstos para el próximo domingo 25 de mayo y apenas habría un mes de margen para lanzar el proceso. Fuentes del sector creen que lo que sí se podría llevar a cabo en ese periodo de apenas un mes es la aprobación de la licitación en uno de los consejos de ministros que quedan hasta finales de junio -dentro del plazo anunciado por el Ministerio de Fomento-, para después ir desarrollando el proceso de adjudicación durante los siguientes meses.
Respecto a Aena, la paralización de cualquier proceso de liberalización afectaría menos porque, en teoría, los grandes proyectos de salida a bolsa siempre se hacen en dos ventanas muy definidas: la de la primavera y la del otoño. En el caso de la primera, el periodo para poder lanzarlo ya está agotado.