Transportes

Iberia ya puede indemnizar con 20 días por año a los pilotos desde el 1 de enero

  • Quedan solo 89 pilotos por abandonar la compañía el próximo ejercicio
Foto: Archivo

A menos de una semana para que finalice el plazo de negociación marcado por la dirección de Iberia (y respaldado por la cúpula de IAG), el acuerdo con el sindicato de pilotos parece una quimera, pero el tiempo corre también en contra del Sepla. Desde el próximo 1 de enero, la aerolínea española podría despedir al resto de comandantes previstos en el ERE, pagándoles sólo 20 días por año, como recoge la actual legislación laboral.

La razón de este drástico cambio en la indemnización radica en que el 31 de diciembre expira para los pilotos el ERE 72/01, vigente desde 2001. Para el resto de personal de tierra y tripulantes de cabina (azafatas) continuarían estas condiciones, ya que firmaron la mediación. Gracias a la validez de este ERE, los pilotos y resto de trabajadores de la aerolínea se han marchado en este ejercicio con unas condiciones envidiables si se comparan con otros colectivos de empleados que han sufrido recientemente expedientes de regulación.

Derechos perdidos

Así, aunque la dirección no ha dado detalles de este proceso de indemnización, un empleado de Iberia que se marcha recibe un mínimo de 35 días por año, además de otras ventajas en el caso de que esté en la ventana de prejubilación, derechos que perderán en parte los pilotos dentro de cinco días.

Esta situación ha despertado recelos entre los comandantes con menos años de antigüedad, según explican fuentes conocedoras del proceso, ya que son el objetivo más probable de estos despidos low cost, porque serían menos caras sus indemnizaciones. Según los datos proporcionados en el último Día de los Mercados de Capitales que el holding IAG celebró el pasado 15 de noviembre, entre diciembre de 2012 y diciembre de 2013 abandonarán Iberia 2.343 trabajadores. De ellos, 169 empleados pertenecen al colectivo de pilotos.

Según las condiciones establecidas en el ERE, que fueron modificas tras la intervención del mediador, el número final de salidas se suavizó de las 3.807 iniciales a las 3.141. Como ya han abandonado 2.343 empleados la empresa, para 2014 se espera la salida de 798 trabajadores, de los que aproximadamente 89 profesionales pertenecen al colectivo de pilotos.

La negociación avanza lenta

Varias fuentes consultadas por este periódico aseguran que la productividad sigue alejando a ambas partes y que el acercamiento sólo se ha producido en el anexo 10, una salvaguarda que tienen los pilotos para evitar que comandantes de otras aerolíneas operen los vuelos domésticos que alimentan a los grandes hubs, en este caso Madrid. Esas mismas fuentes añaden que el nuevo anexo 10 que se está acordando sería bastante parecido al que en la actualidad tiene Balpa, el sindicato mayoritario de pilotos que representa al colectivo en British Airways, la socia británica de Iberia.

Pero las posturas en la productividad distan mucho en la negociación. Desde el Sepla se asegura que se ha ofrecido a la aerolínea el máximo posible de horas de trabajo, 850 horas. Un portavoz oficial de la aerolínea no hace comentarios sobre las negociaciones.

Si no se llega a un acuerdo existen varias opciones de futuro para Iberia. La primera, que es la que ha anunciado oficialmente la empresa, es cercenar el futuro del grupo aéreo durante 2014 al no poder crecer en rutas domésticas por no llegar a un acuerdo de costes con los pilotos. Ello supone que no se pueden nutrir de pasajeros los vuelos hacia Latinoamérica y no se podrían retomar rutas que se han abandonado (como La Habana, por ejemplo) o incluso abrir nuevas.

Este parón finalizaría el 31 de diciembre de 2014, fecha en la que deja de tener vigencia el laudo dictado por Jaime Montalvo, un acuerdo de obligatorio cumplimiento por ambas partes que impide el crecimiento de Iberia Express con costes similares a otras aerolíneas de vuelos baratos, ya que obliga a que los pilotos de la aerolínea dirigida por Fernando Candela procedan del escalafón único de Iberia, con la diferencia de sueldos que la decisión supone respecto de otra low cost. Se espera en los próximos meses una decisión del Supremo, que puede tumbar o reafirmar el laudo.

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